𝟎𝟐.

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Jun

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Jun. 

Suspiré al sentir tantas miradas confusas sobre mi, no pude evitar jugar con mis dedos con algo de nerviosismo, a pesar de haber pasado tiempo sobre los escenarios seguía siendo un saco andante de pánico cuando conocía personas nuevas. Bebí de la taza de té entre mis manos y observé con disimuladamente a los cuatro chicos frente a mi, todos y cada uno de ellos era guapos ¿Qué quieren que les diga? ¿Qué son feos? Ustedes saben que no lo son.

- Así que... ¿Heavens, no? - pregunté dejando la taza de porcelana con un lindo diseño de flores sobre la mesa con una sonrisa llena de incomodidad.

¿Qué había hecho yo para que mi amigo de la infancia me dejará abandonada con sus compañeros de trabajo y amigos con los cuales no sé relacionarme? No sé, después le sacaré la verdad a golpes. Ademas yo simplemente vine a recoger unos documentos que Raging debía entregarme respeto al contrato que firmé y por el cual me gané un regaño horrible, señoritas lean las letras pequeñas.

- Sí... - respondió el hermoso chico de ojos dorados quien parecía un príncipe, a él lo había visto durante la transmisión del Utapri Award y se ganó mi corazón ¿Es legal ser tan bello?

- ¿Y tú eres...? - preguntó un niño de ojos grises al que tenía ganas de golpear desde hace un tiempo.

- ¡Oh! ¡Disculpen mis malos modales! Soy Hirasaka Jun, es un placer. - respondí tratando de sonar amable, dulce y respetuosa como nos había enseñado mi madre a mi hermano y a mi, si se entera que ando por ahí siendo irrespetuosa de seguro me agarra de los cabellos y me da unos buenos golpes y no queremos eso ¿No? - ¿Y ustedes son...? -

De la nada el rostro del pequeñín de cabello salmón se deformó en una mueca de molestia, no es que sea una sabelotodo pero he oído de las señoras de mi edificio que si te enojas mucho te salen arrugas pequeñín. - ¿No sabes quienes somos? - preguntó fastidiado apartando a un castaño con peinado de gallo y tomando por los hombros a mi futuro espos- digo, al chico guapo de ojos dorados, abrazándolo ¿Acaso eran pareja? Dios, creo que es otra fiesta de homosexuales.

- Lo siento pero he estado fuera de Japón unos años así que no estoy enterada de muchas cosas. - respondí, solo los había visto durante la transmisión del Utapri Award y solo conocía el nombre de la banda pues mi amigo estaba en ella.

- Ya la escuchaste Nagi-chan~ - habló el de cabello castaño que se mantuvo callado hasta ahora pues al parecer estaba muy ocupado acosándome con la mirada. - No deberías ir fastidiando chicas tan lindas, las vas a asustar. - comentó el dando palmadas por no decir golpes en la espalda del muchacho quien solo se quejó y alejó al muchacho con peinado de gallo. Ay Eiichi, que lindos amigos que tienes.

Mientras esos dos discutían bajo la atenta mirada del príncipe de cabello negro mi par de ojos se dirigió al jovencito de cabello albino y ojos ¿Azules? ¿Violetas? Nunca he sido muy buena con teoría de color, no como mi hermano, el artista de la familia. Dejando mi árbol familiar de lado, el chico despegó por un momento su mirada del suelo para dirigirla hacía mi, por un momento nuestros ojos hicieron conexión porque en todo buen fanfic debe haber un momento así. Rápidamente él giro su rostro, ignorándome y convirtiéndose en una bolita en la esquina del gran sofá de la sala.

𝙂𝙄𝙑𝙀 - utapri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora