Hirasaka Jun guarda un secreto en su vida que solo pocos saben, entre ellos Raging Otori quien tiene planes para ella. Jun compartirá muchos momentos con los siete chicos de Raging y cautivada por la luz que emanan al bailar y cantar, ella lo dará t...
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Vestida con un conjunto deportivo y cargando en su espalda una mochila negra, Hirasaka Jun caminaba con toda la pereza del mundo hacía el edificio de Raging Entreteiment, preparada mentalmente para todo lo que tendría que hacer ahí dentro, se maldecía internamente por ser tan tonta y no prestar atención a los pequeños detalles como siempre lo hacía, al parecer confío mucho en Raging pero bueno ya nada podía hacer, ahora solo quedaba obedecer y levantarse temprano todos los días aunque no se quejaba del todo pues esa rutina no era desconocida para ella pero de ahora en adelante leería el contrato de completamente e incluso usaría una lupa para verificar que no hubieran más letras en las letras.
- ¡¿Qué debo hacer que?! - exclamó ella levantándose del sofá en el que estaba.
- Te dije, yo te dije que discutieran los acuerdos y detalles... - regañó una voz masculina al otro lado de la línea. - ¡Debiste ser más cuidadosa! ¡Ahora debo volver a organizar tu horario! -
- ¡¿Pero no hay nada que podamos hacer para evitarlo?! -
- ¡No! Estaba estipulado en el contrato que alguien debió leer completamente antes de firmarlo. -
- Sabes que solo leo las clausulas que subrayas ¿No es eso lo más importante? - pregunta Jun hecha bolita en su sofá con ganas de hacer un berrinche.
- Eso no quiere decir que el resto tampoco lo sea pero bueno ya no hay nada que hacer, firmaste y tienes que cumplir. - ella suspiró, era hora de asumir responsabilidades, asco. - Así que el lunes debes estar presente en Raging Entreteiment con ropa deportiva, bebidas energizantes y muchas, muchas ganas de sobresalir ¿Entiendes? - Ella asintió asustada por el tono intimidante que usaba, pocas veces había visto enojado a su representante, en verdad daba miedo, pobre de su hija cuando lo haga enojar.
Ella suspiró, debió leer el contrato, ahora estaba atrapada en un curso élite de preparación, ella quería pasar su descanso en paz, solo haciendo uno que otro trabajo para luego hacer su debut bajo el sello de Raging, ese hombre aún la tenía en duda pues no sabía porque la llamó en ese momento cuando tuvo más oportunidades mucho antes.
- ¡Jun-chan! - exclamó la voz de un ángel que reconocería donde fuera.
- ¡Eiji! - se acercó a él con una pequeña sonrisa.
- ¿Cómo estas? - preguntó sonriendo como solo los ángeles saben hacerlo.
- Cansada, con ganas de tirarme de un puente y con sueño, mucho sueño. - respondió la protagonista de este horrible fanfic.
- Es algo normal cuando estas acostumbrada a levantarte tarde. - Jun asintió rápidamente dándole la razón al chico con una sonrisa algo nerviosa.