A Letter II || Minsung || ONESHOT

Para Han Jisung

Hola Han-ah o debería solo decirte Han, te va a parecer raro que te esté escribiendo, para mí también lo es ya que han pasado tres años. Mi psicólogo me lo recomendó, me pareció una estupidez, ya sabés, nunca me gustaron las terapias ni nada de esas mierdas.
Claro que lo sabés, sabías todo de mi. Pero aquí estoy con una hora de sesión dos veces por semana donde lo único que hago es hablar y hablar.
Ahora mismo me gustaría que veas el cambio en mi, soy de vuelta el mismo Lee Minho que conoces, tu amigo, tu compañero.
Estarías orgulloso de mi.
Lo único que no he podido cambiar es la molestia y el enojo que siento.

Me molesta nombrarte, me molesta recordarte, me molesta tenerte en mis pensamientos todo el tiempo, me molesta contar una y otra vez todo lo que te dije o te hice.
Pero lo que más me molesta que te hayas ido sin saber la verdad.

La verdad es que no sabías todo mi, te mentí y te escondí cosas.
La verdad de que yo no era esa persona que  admirabas, era miedoso y si me importan lo que dijeran los demás.
La verdad de que todo lo que creías que era, era solo para protegerte.
Tampoco sabías lo de mi padre...
Ese viejo estúpido siempre habló mierda de ti en frente mío y nunca entendí bien porque hasta que me dijo que nos vio ese día, ese día que tú no recuerdas pero yo lo recuerdo todos los días.
Ese día que robamos un whisky caro suyo y nos escondimos en el patio trasero a tomarlo como celebración de haber aprobado nuestros exámenes. Nos tomamos toda esa botella, estábamos tan ebrios. Y entre risas y juegos de mano quedamos tú encima de mi, cara a cara, con nuestros ojos conectados. Podía sentir en mi pecho los latidos de tu corazón desbocado y tu aliento calido sobre mis labios, pero no te alejaste, solo me dijiste si podías intentar algo, te lo permiti y lo siguiente que supe es que tu boca estaba sobre la mía y como tus labios encajaban tan bien con los mios, aún recuerdo la suavidad de ellos y el sabor dulce que tenían.
Un ruido nos asustó e hizo que nos separamos, dijiste que ya era hora de irnos a dormir, tu lo hiciste pero yo no pude, me sentía feliz y lo único que se repetía en mi cabeza era lo mucho que me había gustado besarte.
Al día siguiente, cuando nos despertamos, tú no recordabas nada y no se porque no te lo conté. Pensé que si te lo decía las cosas cambiarían entre nosotros y me dió miedo. Lamento tanto no haberlo hecho.

Él dijo que nos había visto desde la ventana de su habitación y que le dio asco saber que se me había "pegado" lo maricon de ti.

Lo golpeé, lo admito, no pude soportar más la forma en la que hablaba de ti.

Pensé que rechazandote era la mejor manera de alejarte de mí y que la gente dejaria de hablar de ti, pensé que si te humillaba, te decia cosas hirientes y te golpeaba cambiarias tus sentimientos hacia mi, pero seguías amándome, seguías siendo esa hermosa persona que siempre fuiste, seguías enamorado de mi, seguias tratando de ser mi amigo de nuevo, no me lo decías pero yo lo sabía por cómo me mirabas de lejos.
Pero me di cuenta que todo lo que te hacía no era para que dejaras de sentir algo por mi, era para ocultar lo asustado que estaba, para ocultar mis verdaderos sentimientos, para ocultar el dolor que sentía de perder a mi amigo por culpa del miedo al que dirán.

No tengo excusas sobre lo que hice y dije, pero de verdad lo siento, lo siento tanto. Siento haberte dañado, humillado y golpeado. Pensé que haciéndolo te protegería, pero terminé haciendo totalmente lo contrario

Fui tan cobarde y lo sigo siendo, y sé que pedirte perdón no arregla ni sana todo el dolor, el sufrimiento y toda la tristeza que te que cause, pedir perdón no te hace volver a la vida, pedir perdón no te hace volver a mí.

Te extraño todos los malditos días, extraño verte sonreír, extraño tu diente chueco, extraño  pasar tiempo contigo, extraño a mi mejor amigo.

Me siento tan roto, tan solo y tan perdido  desde que te fuiste, pero me lo merezco. Me siento tan arrepentido de no haber hecho las cosas bien contigo, todo se podía haber evitado si solo habría seguido a mi corazón sin importar nada ni nadie más.
Lo único que me queda es seguir viviendo con la culpa, el remordimiento y el arrepentimiento, esa es la única forma que veo de pagar todas y cada una de las cosas que te hice.
Me lo merezco.

Solo espero que, donde sea que estés, estés bien, en paz y felíz.

Lo único que quiero que sepas es que
Te voy a amar todo lo que dure la eternidad.

- Lee Minho