capítulo 5

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— Volkov está noche se viene a mí casa, yo voy a cuidar de usted hasta que se recupere al 100%. — Horacio se encontraba en la habitación de hospital del comisario, le estaba explicando lo que las enfermeras le habían contado un rato atrás.

— Pero entonces, ¿ esta noche ya me voy no ?

— Vale. — También se levanta de la cama todavía sintiendo molestia en la cabeza por el golpe. — Voy recogiendo mis cosas en 10 minutos le ayudo a bajarlo todo.

— No, no, no lo bajo yo con la ayuda de Gustabo, usted tranquilo y sin hacer nada.

— Horacio coño que es un golpe en la cabeza, nada más no me trate como a un niño pequeño.

— Yo le voy a cuidar y si le digo que no hace falta que cargue nada hasta el coche, no va a cargar nada hasta el coche.

— Horacio coño...

Horacio salió de la habitación repentinamente dejando a Volkov con la palabra en la boca. Mientras salía por la puerta dijo — En 10 minutos vengo a por sus cosas.

— Vale... — esto desconcertó al comisario, pero aún así empezó a recoger sus cosas, no eran muchas, su móvil, el uniforme policial, la porra, taser y pistola y alguna cosa más que llevará encima.

Horacio fue a buscar a Gustabo para decirle que ya se tenían que marchar, pero no le encontró en la salita de espera de la última planta, solo se encontraban allí un par de agentes recién incorporados a la maya a los cuales no había visto mucho Horacio, pero supuso que estaban allí para visitar a su superior, por lo que se acercó a ellos. — En un rato le darán el alta a Volkov, podéis pasar a hablar con él, está recogiendo las cosas para irse o si queréis os podéis marchar ya, es tarde y en un par de días le podréis ver en la comisaría. — sonó algo borde para tratarse de Horacio, pero este llevaba un día bastante largo y lleno de distintas emociones, intentó sacar su sonrisa, pero tampoco le salió muy bien y más bien parecía una sonrisa bastante forzada, esto desconcertó a los agentes que no sabían muy bien a lo que se refería Horacio, decidieron que pasaría a hablar un rato con Volkov y luego se marcharon, Horacio asintió y fue a buscar a Gustabo.

Sonó el móvil de Horacio. — ¿ Quién será ahora ? — lo sacó del bolsillo y descolgó la llamada — ¿ Hola ? — dijo con la voz cansada.

— Hola Horacio, soy Claudio, ¿ al final vamos a cenar juntos está noche ? — sonaba amable y ansioso por la respuesta del de la cresta.

Le pilló de sorpresa, llevaba un día de tantas sorpresas que se había olvidado por completo de la cena con Claudio. — ¿ Te puedo llamar en 10 minutos ? Me están llamando, que sigo en el hospital con Volkov.

— Si,si vale llámame en un rato y me dices, a...adiós. — Claudio no sabía cómo tomarse aquello, ¿ no quería cenar con él ?

— Que coño hago ahora — se le notaba nervioso, cogió el móvil y llamó a Gustabo, no iba a recorrer todo el hospital en su busca y menos cuando le necesitaba para aconsejarle. — Te necesito ya de ya, ¿ dónde estás ? Ven ya mismo a la última planta ¡ Rápido coño ! — colgó sin darle tiempo a hablar.

Gustabo volvió a llamar a Horacio, tenía que contarle algo, algo muy importante, pero este ya no respondía a los mensajes. — Vale Horacio no contesta a los mensajes, voy a ver qué le pasa espera aquí, vuelvo en 10 minutos.

— No te vayas, no me vuelvas a dejar sola. — una voz de mujer se escuchó a las espaldas de Gustabo cuando ya estaba entrando al hospital.

Me gustas, ¿ al final te gusto ? ( Volkacio, Muertacio ) CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora