capítulo 9

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Gustabo entró en comisaría después de desayunar con Horacio, está estaba vacía, como cada mañana. Era muy temprano, decidió tomarse un café con en la zona de descanso tranquilamente y luego ya patrullar.

— Bu...bu...buenos días Gus...gustabo. — saludó animadamente Vito entrando a la sala de descanso.

— Buenos días calvo. — miró como el policía entraba en la sala y se preparaba un café.

— ¿ Que...qué tal es...es...estás ? — se sentó en la silla de al lado a Gustabo.

— Bien, ¿ y tú cabeza bombilla ? — los compañeros de Gustabo, y Horacio a veces, ya estaban acostumbrados a sus insultos sin motivo, ya no les afectaba ni se molestaban, al revés les hacía gracia escuchar el insulto ingenioso que tenía Gustabo preparado para ellos.

— Mu...muy bi...bi...bien, ¿ ho... hoy me to...toca patrullar con...con...contigo ? — al no estar Horacio durante unos días, el comisario Volkov había reorganizado toda la maya juntando a Gustabo con agentes de rangos inferiores para que aprendieran, el día anterior le había tocado con leonidas y hoy le tocaba con Vito.

— Si, salimos a patrullar en 15 minutos, acabaté el café tranquilamente, es pronto para que haya avisos. — a Gustabo no le caía muy bien la mayoría de sus compañeros, más bien prefería trabajar por su cuenta o con Horacio, por lo menos Vito era uno de los agentes que mejor le caían dentro de su indiferencia hacia sus compañeros, su manera de hablar le estresaba a veces un poco, pero no le llegaba a molestar, era de los pocos compañeros que aguantaba y con el que no le importaría patrullar un día.

— De...de acuerdo. — ambos en silencio sacaron los móviles y revisaron sus mensajes y redes sociales, acabaron sus respectivos cafés y Vito unas galletas que había cogido de la estantería y se dirigieron hacía el patrulla. — ¿En el...el tuyo, o...o en el mi...mío ?

— En mi zeta mejor. — ya lo tenía sacado del garage. — Metete en radio. — dijo mientras se montaba en el coche y le indicaba a Vito que se subiera también.

Sin decir nada este subió al zeta y se dirigieron a patrullar la ciudad, al no haber nadie más patrullando salvo ellos y otro patrulla en la zona norte, tenía que patrullar toda la ciudad ellos solos.

— Hay un...un aviso de ven...ven...venta de dro...drogas.

— Indícamelo en el gps.

Este hizo lo que le acababa de señalar su superior y se dirigieron hacia donde habían marcado el aviso.

Allí vieron a lo lejos una moto parada y un hombre vendiendo alguna sustancia a una mujer joven.

— E...ese es. — señaló Vito hacia el hombre de negro.

Gustabo puso las sirenas y se dirigió hacia él, este rápidamente se subió en la moto y salió huyendo.

Después de una larga persecución donde casi pierden al sujeto un par de veces al final este en un giro cerrado se cayó de la moto, Vito rápidamente salió del vehículo y esposó al hombre vestido de negro, lo metió en el patrulla Gustabo mientras conducía a comisaría le leyó los derechos.

— Ponle tú la multa, yo voy arriba a ver si hay alguien.

— Die...diez cuatro. — Vito cogió al sujeto del brazo y se dirigió hasta una de las salas de interrogatorios, mientras tanto Gustabo subió las escaleras.

Allí encontró sentados a Volkov y Horacio, estaban hablando tranquilamente, era de las primeras veces que veía a Volkov con una sonrisa, ese hombre era un robot casi, no sentía absolutamente nada y mucho menos dejaba nunca ver sus sentimientos.

Me gustas, ¿ al final te gusto ? ( Volkacio, Muertacio ) CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora