ᴘʀᴏᴘᴜᴇꜱᴛᴀ

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Tercera Persona

Ambos apasionados jóvenes cruzaron la puerta labios contra labios uno subido encima de otro. Ya habían perdido la cuenta de cuantas veces se habían besado aquella noche, desde que el más alto cumplió la suplica silenciosa de su compañero, no haciéndose esperar cuando recibieron el número de puerta que les tocaba.

Muy poco les importo a ambos que la gente los viera comiéndose la boca como si fuera el último día, por supuesto habían recibido varias miradas, unas de deseo y otras de envidia, pero a ninguno les importo, no cuando tenían una mirada que sólo reflejaba lujuria y amor. La última inconsciente, pero aún así estaba latente en los dos.

Ya en la habitación no tardaron en desvestir al contrario, a comparación de sus anteriores veces esta no estaba siendo dominada por el deseo o la lujuria, en este momento se estaban permitiendo reírse, equivocarse, aprender juntos.

Como por ejemplo, en el momento en que NamJoon, sin querer, tratando de apoyar su espalda sobre la pared no se fijó en que justo detrás había una estantería que golpeó fuertemente en la nuca contraria, obvio que con mucha urgencia el menor quiso fijarse en el estado del otro, pero Jin sólo se encontraba riendo mientras se acariciaba la zona herida.

-Lo siento, lo siento.- se disculpa reiteradamente NamJoon alimentado la risa ajena.- Déjame... ¿estas bien?

-Literalmente me partiste en dos.- reía Jin armoniosamente, pero a diferencia de causar gracia sólo preocupo más al otro.

-Oh dios, ¿te lastime cierto? -inspecciona la cabeza ajena con una de sus manos mientras el otro se ocupaba de secarse las lágrimas que le salían por la risa.

-¿Ahora deberías partirme en cuatro? -continuaba riendo, entonces NamJoon lo mira serio, antes de dejarse contagiar.

-De verdad te perdí.- dijo acompañando la risa ajena, pero sin darse cuenta se volvía a enamorar otra vez.- Eres hermoso Jin.

-Lo se.- dice riendo, pero pronto su risa se fue desvaneciendo ante la mirada cariñosa del contrario.- ¿de verdad?

-Totalmente, nunca creí que me enamoraría de un hombre.- dice causando un sonrojo al otro, entonces cerrando los ojos le dice...

-Bésame antes de que diga locuras.

Y así comenzaron nuevamente a besarse, ninguno en ningún momento se cansó de los labios del contrario, ni se les pasó por la cabeza pensar en algo que no fuera adictivo de la boca ajena.

Mientras ambos se entregaban en uno al otro de la manera más romántica posible, la cual pudieron conseguir para asombro de los dos, suspiraban tomándose de las manos, mirándose fijamente con anhelo por no soltarse nunca.

Ninguno en ningún momento se dio cuenta de que no era sexo lo que estaban teniendo, que sin querer soltaron el amor oculto que ambos guardaban hacia el otro.

Ambos hacían el amor de manera lenta, sintiendo la cama bailar al compás de ellos, mientras se basaban sin una sólo pizca de lujuria, sólo con el amor que sentían por el contrario.

Llegaron los dos juntos a la cima del cielo, mientras gemían en dúo el nombre de su amante.

Ambos tan enamorados del otro, que sin darse cuenta los dos soltaron al mismo tiempo dos palabras que eran irreversibles y que conllevaban una gran responsabilidad en ellas.

Te amo.

Ninguno se sorprendió de escuchar al otro, pues se lo imaginaban, así que sólo se corresponden con una sonrisa.

No hizo falta palabra alguna mientras ambos jóvenes caían en el mundo de los sueños abrazados y con las manos entrelazadas.

-Jin.- susurro el moreno con cariño siendo contestado por un "hmm" somnoliento.- Tu... ¿quieres ser mi novio?

La pregunta le había caído con un coro de fuegos artificiales que cayeron directamente a su corazón.
Pero, por obra del destino, el no pudo responder, ya se había quedado dormido.

A un NamJoon, un poco desilusionado no le quedó más remedio que dormirse también después de besar esa mejilla que tanto amaba.

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A la mañana siguiente un hermoso ser desnudo se despertaba de sus sueños viéndose como un ángel caído del cielo, al verse envuelto en unas sábanas blancas que sólo cubrían su parte inferior.

Refregándose los ojos como un niño pequeño, se estiró en la cama notando inmediatamente la ausencia de NamJoon.

No quiso ponerse mal, así que lo espero en su lugar con la esperanza de que este apareciera por la puerta o saliera del baño.

Obviamente eso no sucedió y le cayó como un balde de agua fría al pensar en la propuesta que el otro le había hecho la noche anterior.
Se empezó a desesperar con la simple idea de que quizás su amado creía que el no iba a corresponderle.

Enseguida se vistió, tomando todas sus pertenencias bajo por las escaleras sintiendo un poco de pena después de ver como había quedado el cuarto.

De camino a su lugar de trabajo trato de llamarlo, pero ninguna de sus llamadas eran tomadas por el otro.

No le quedó más remedio que comenzar a trabajar después de su décimo intento, pero no podía concentrarse. No cuando el lugar donde se encontraba era donde todo había empezado.

Mɪ Sᴇxᴏʟᴏɢᴏ ❝𝙉𝙖𝙢𝙅𝙞𝙣❞  ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora