17. PERSÉFONE PARTE II

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la joven diosa de cabellos rojos como el atardecer logró su cometido y segundo después al pronunciar aquel conjuro apareció a las afueras de un gigantesco museo

Acropolis museum◇

Estaba feliz por haber logrado conjurar aquel hechizo pero olvido pensar exactamente a donde quería transportarse; pero aunque hubiera imaginado algún lugar , le habría sido completamente difícil ella nunca había estado antes en ese lugar; o  al menos era lo que recordaba.

Camino colina abajo alejándose de aquel lugar llamado museo, pero al ser ya de noche le era difícil tratar de reconocer algo.
Al llegar a un lugar parecido aún jardín, decidió sentarse y pensar muy bien ahora el como volvería a su hogar, puesto que no recordaba ni una palabra que había salido de su boca al leer aquel libro.


Te encuentras bien muchacha?


~Ahh si si estoy bien, muchas gracias


Estas perdida?


No, estoy esperando a alguien


Claro entiendo,  mi nombre es lilyana nos encontramos en las afueras de Palermo, grecia.


Palermo?


Así es, cual es tu nombre?


Per- kore , mi nombre es kore.

{Persefone observo detalladamente el rostro de aquella anciana que se encontraba sonriendo amablemente, el rostro le era muy familiar pero por más que intentaba recordarlo, algo en su cabeza se lo impedía.}

Que haces aquí kore?
Es muy tarde para que una joven tan hermosa como tú se encuentre en un solitario lugar como este.


Bueno, no soy la única en estar aqui!

En realidad estoy esperando a mi esposo e hijo, salieron a comprar pan y leche;
Te miré y decidí venir a hacerte compañía.
Algo me dice que estás en problemas cierto?


No
Estoy bien.


Ya veo, ya comiste?


Si


-mmmm espera aquí,  iré a casa a traer un poco de agua.

{Aquella anciana se levantó de su lugar e indicó a persefone que pronto volvía.
Pero persefone no tenía tiempo de conversar con una extraña, necesitaba averiguar cómo regresaría a casa y el demorarse un poco más le causaría severos problemas con su madre.}

Camino lejos de aquel bello jardín lamentándose el no poder despedirse de aquella amable anciana.
Caminando sin fijo alguno llego a una serie de callejones que se encontraban con poca luz, optó por regresar por donde había ingresado, pero frente a ella se encontraba un local por el cual su reflejo se transfería perfectamente.

HADES & PERSERONE: UN AMOR A TRAVES DEL TIEMPO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora