Cry me a River (song fics)

Cry me a river

Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Estaba sentada en mi auto cuando oí esta canción titulada, cry me a river de Justin Tiberlake. Trajo recuerdos  de mi adolescencia pop, así es que se me ocurrió un pequeño lemon un song fics, es Universo Alterno.

Sin más espero disfruten la lectura.

Harta de la maldita rutina, ese día estaba a punto de estallar. Me encontraba en mi oficina rodeada de papeles por revisar, mi secretaria no paraba de pasarme llamadas y es que era temporada alta en mi buffet de abogados. Todo me tenía especialmente irritada ese día, el calor  no daba tregua y mi blusa se pegaba a mi cuerpo de la forma más incómoda, ya solo faltaba una hora para salir de ese infierno de cuatro paredes. Lo único que quería era una refrescante ducha, una comida deliciosa y buena compañía. 

Sentada frente a mi computador tecleaba el último informe de un cliente muy especial, un azabache de mirada penetrante que cada vez que podía me desnudaba con solo verme. Era alto, de cuerpo envidiable y un desplante singular. ¡Pero qué dices Akane! ¡uuff por un demonio! de pronto me daba más calor, desabotoné un poco mi blusa y llevé a mi boca un vaso de agua fría que hace cinco minutos mi amable secretaria había traído, que va... esa insípida mujer que vez que podía me hacía pasar un mal rato, estúpida Ukío. Le encantaba pasearse por todo el lugar con sus faldas cortas, pavoneándose de sus caderas mientras los idiotas que trabajan para mí se babeaban por ella, incluyendo a mi novio. 

Miré el reloj en mi muñeca y solo faltaban dos minutos, era suficiente. Me levanté acomodando mi falda, toqué mi nuca humedecida por el calor, de pronto irrumpía en mi oficina el más guapo de todos, mi novio. 

-¿Ya te vas? preguntó acercándose hasta mí tomándome de mis caderas acercándome a la de él con clara intención de que sintiera su hombría.

-¿Tú que crees? pregunté audaz mirando sus orbes.

-Que podrías hacer una excepción- dice bajando sus manos hasta mis glúteos presionando ligeramente.

-Oh no... respondo con molestia esquivando su mirada- ya te dije que no más sexo en la oficina.

-Pero... es excitante- refuta él sin soltarme.

Entonces levanto mi mano derecha y comienzo a deslizar mis dedos por su pecho sintiendo el calor que emanaba de este, sentí sus labios atrapar los míos con avidez en un contacto lleno de pasión contenida, mientras continuaba mi jugueteo mis dedos se deslizaron directo a su cremallera palpando su imponente erección, presioné malvadamente solo para oírlo gruñir. 

Me tomó por las caderas subiendo mi falda hasta mi cintura y me acomodó sobre el escritorio, entonces subí mi larga pierna doblando mi rodilla que chocaba con su vientre lo alejé unos centímetros, descolocando a mi amante que me veía con ojos ansiosos, esta vez levanto más mi pierna acomodando la punta de mi tacón sobre su pecho, él sonríe malicioso pero lo empujo fuerte haciendo que choque contra el borde del sillón que estaba a su espalda. 

-¡Akane¡ me increpa por mi actuar quizás desmedido, pero dije que NO y él insistió. 

Tomo mi cartera y camino hasta la salida, era viernes y me perdería por alguna carretera luego de pasar por mi apartamento. Me despedí con la misma sonrisa cínica de todos los días, esa que ella me dedicaba y a la cual yo respondía de la misma forma. La miré con desdén notando que desde sus últimas vacaciones sus dos virtudes ya habían pasado de copa C a ¿D? ella se anticipó a todo y antes de que pudiera entrar en el elevador me hace un comentario suspicaz.

-¿Te gustan? todos dicen que se ven muy bien... no son tan costosas, pero qué cosas digo con el dineral que ganas aquí podrías ponerte los implantes que quieras- termina de decir con una sonrisa burlona.