Capítulo 7: Tyr

141 23 0
                                    

Después de varios días escondido en un rincón, salí a estirar las patas. Me sentía incómodo con tantos ojos sobre mí.

Corrí en dirección a un bosque no muy lejos de donde estaba. Hubiera preferido que estuviera muy lejos.

Tenía hambre. La miseria que me daban no me llenaba, y el idiota que me hacía jugar con los perros me tenía harto. Me habría metido en problemas si lo hubiera mordido.

Recorrí el bosque por un momento hasta que un jabalí se cruzó en mi camino. Eso era justo lo que se me antojaba comer. Y como si el instinto me llamara, comencé a perseguirlo con anhelo. Me sentía vivo otra vez.

Por un momento, olvidé las desgracias que Odín me había dado. Olvidé a mi madre, mi hermano, mi hermana, mi hogar, a mi padre. Pero regresé a la realidad cuando el jabalí cayó muerto de un momento a otro, atravesado por una lanza.

Miré en la dirección de donde había salido la lanza, por varios minutos no vi a nadie; pero luego apareció un hombre vestido con pieles y otras armas en su espalda.

— No había visto lobos por aquí... — dijo al verme — un lobato — se acercó con seguridad hacia mí, con la mano estirada. No sabía qué hacer; y atacarlo no era un opción para mí.

— Déjame... — le dije mientras retrocedía — ese jabalí era mío. — intenté alejarme para buscar otra presa.

— Lo siento, no lo sabía — me llamó la atención que me hablara con tanta normalidad — te ayudaré a encontrar otra presa. — no recordaba haberlo visto cuando llegué; pero era bastante amistoso a pesar de que no supiera nada de mi.

— ¿Habías visto algo como yo antes? — le pregunté.

— No — se agachó para verme mejor. Tenía una sonrisa bastante inocente. Como la de un niño — Nunca había visto a "alguien" como tú... — acercó su mano; pero no me tocó — Me llamo Tyr, Dios de la guerra. ¿Tienes nombre, joven lobo?

— Fenrir... — respondí con desconfianza.

— Buen nombre para un lobo. — miró al jabalí — Dime, Fenrir ¿qué tan bueno eres cazando? — por alguna razón me gustó su pregunta.

— Soy el mejor... — enseñé mis colmillos en una sonrisa. Tyr hizo lo mismo.

— Demuéstralo...  — sonaba a desafío.

En ese momento, Tyr y yo parecimos tener una especie de conexión. Me agradaba. Me sentía cómodo a su lado; y a él no parecía importarle que yo fuera lo que era. Él era diferente a los demás, o al menos eso creía...


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
FenrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora