Un relato jamás contado, sale de la oscuridad para que la antigua leyenda tenga otra mirada.
El monstruoso lobo Fenrir permanece encadenado en la isla Lyngvi hasta que llegue el tan esperado Ragnarok. Hasta entonces, será paciente; y recordará el p...
Luego de dejar a Jormugander en Midgard, el barco viajó hacia abajo. Vimos desde lejos lo que hacía nada había sido nuestro hogar. Luego seguimos bajando.
— ¿Qué es este lugar...? — pregunté con recelo.
— Estamos en lo más profundo de Niflheim. Aquí vienen los muertos sin gloria.
Nunca olvidaré la expresión en el rostro de Hela. El brillo en sus ojos revelaba lo fascinada que estaba al ver ese lugar.
Ella nunca se mostró muy cómoda estando entre los vivos; pero tampoco se veía feliz al ver los cadáveres que Jormugander y yo dejábamos.
Niflheim era un lugar en donde los muertos llegaban para ser juzgados. El infierno para los mortales.
— Están muertos... — dijo Hela con asombro — pero parecen estar vivos...
— Este será el lugar de tu confinamiento... — dijo Odín — Aquí, todo lo que sea que hagas, no hará daño a nadie. Reina este lugar a tu manera.
Hela se veía levemente emocionada. Se asomó al borde para ver mejor el lugar que sería su nuevo hogar.
— Hela...
— Quiero estar aquí... — dijo — Me gusta. Ellos no me verán con desprecio o con temor... Este lugar será mío.
A diferencia de Jormugander, Hela se quedó por voluntad propia. Los últimos momento que pasé con mi hermana antes de que el barco atracara, ella estuvo abrazándome y acariciándome entre las orejas como siempre lo hacía.
— Adiós, Fenrir — dijo con una sonrisa — te quiero.
Con el tiempo, el reino de Hela acabó llamándose Helheim, en Midgard lo siguen conociendo como el infierno de los muertos sin gloria.
En cuanto a mí, todos me quedaron viendo cuando notaron que solo quedaba yo. Me sentí mucho más indefenso al verme solo con ese viejo en el barco. No tenía ni la menor idea de qué era lo que pasaría conmigo en ese momento.
— ¿Qué pasará conmigo ahora? ¿A dónde me llevarás...? — El anciano me miró en silencio por un largo e incómodo momento.
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