3 ࿔*:・゚

20 2 0
                                    

Cuando era niño nunca tuve la oportunidad de poder invitar a algún amigo a casa a jugar video juegos o para contarnos historias de terror bajo un refugio hecho con mantas para dormir.

No quería que mis compañeros conocieran a ese hombre.

El hombre que le hizo la vida imposible a mi madre durante unos años.

Aún pasa que cuando estoy dormido tengo la horrible pesadilla de que él está parado frente a mi.

Pero hoy, por primera vez tuve el entusiasmo de invitar a alguien.

La persona que me hacía feliz.





Jeongguk iba disfrutando un chupete en su boca mientras me agarraba del brazo.

Al llegar a casa mi madre nos saludó con una linda sonrisa. Mamá quería mucho a Jeongguk, ya que a pesar de nunca haberlo visto antes, yo la mayoría del tiempo le hablaba de él.

"Mi hijo me ha hablado mucho de ti Jeongguk, es un enorme agrado poder conocerte cariño. Pueden dejar sus cosas aquí en la sala si quieren."

"No te preocupes Mamá, iremos a mi cuarto y dejaremos nuestras cosas ahí."

Dije mientras saludaba a mi perro Lulú el cual se revolcaba en la alfombra roja de la sala emocionado por verme llegar.

"Entonces les haré algo para que coman luego ¿esta bien? Deben venir con hambre de la universidad."

"Muchas gracias señora Min."

Jeongguk sonrió y se giró para mirarme fijamente.

"Tú también dale las gracias a tu madre hyung."

Me dijo en forma de regaño lo cual provocó que me sonrojara.

"No me digas que hacer...em...g-gracias Mamá, te dejamos ¿si?"

Mi madre me sonrió, se notaba que se estaba burlando de mis gracias llenas de nerviosismo. Yo amaba tanto a esta mujer pero siempre se me hacía algo difícil demostrarle algún tipo de afecto.

Al subir a mi cuarto, yo y Jeon dejamos las mochilas tiradas en una esquina y sacamos nuestras libretas de estudio.

Después de todo, yo fui quien le pidió a Jeongguk que me enseñara matemáticas.

Me estuvo explicando un buen rato algunos ejercicios, pero mierda, ¿a quien le importaban los ejercicios de matemáticas, cuando la verdadera razón por la que le dije aquello era para poder pasar más rato con él?

Jeongguk soltó su lápiz y me miró con seriedad.

Parecía percibir en lo que estaba pensando.

"Hyung, si no vas a prestar atención ¿Para qué me dices que te enseñe?"

Mis ojos se abrieron un poco ¿Acaso de verdad podía ver mis pensamientos?

"Somos lo suficiente grandes como para que vengas con ese cliché de enseñarte matemáticas y luego terminar besándonos por toda la habitación."

Casi me ahogo con su comentario.

Este chico en serio cada vez me sorprendía más.

"¿Y tú qué? Tu eres el único que se cree algo así de todas formas."

Le respondí en tono de burla sacándole la lengua.

Jeongguk se quedó serio mientras desviaba la mirada y se rascaba parte de su cuello.

Yo no dije nada e hice lo mismo que él, deduje en qué tal vez se había enojado conmigo, así que volví a tomar mi lápiz y poner atención en esa hoja llena de ejercicios que me aburrían.

El ambiente se había puesto incómodo para ambos.

Tomé las hojas que habían junto a Jeongguk para anotar sus apuntes.

"Bien sigamos con esto enton-"

No alcancé a terminar la ultima palabra, ya que Jeon había jalado del cuello de mi camisa para quedar a tan solo unos centímetros cerca de él.

Tragué en seco mientras contemplaba el precioso brillo que salía de sus ojos.

No aguanté mucho tiempo en aquella posición y tomé su cara con mis manos para depositarle un dulce beso. El que tanto pedíamos ambos.




Los besos fueron tomando un nivel más duradero en nuestros labios.

Quería más, quería más de este chico, ya me estaba volviendo loco.

Jeon estaba de pie apegado a la pared mientras yo lo besaba con toda la confianza del mundo.

"No quiero que después me andes pidiendo ayuda en matemáticas hyung."

Dijo separándose de mis labios por falta de aire.

"Déjalo, puedo estudiar por mi cuenta."

No le tomé importancia y volví a tomar su cara para besarlo con intensidad.

Y fue así como los besos continuaron hasta que llegamos a parar a mi cama. Jeon me tomó de los hombros para sentarme sobre esta y él subirse a mi regazo, rodeando mi cintura con sus piernas.

Entremedio de los besos habían risas que cada uno sacaba, debido a que nunca antes habíamos estado en una situación cómo esta.







Me hacías sentir seguro, que nada podía salir mal si te tenía a mi lado. Eras mi paraíso.



.
.





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Labyrinth ↣ [yoonkook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora