AM

32 1 0
                                    


El nombre se pasa por la mente, acaricia el encéfalo y quizá hace vibrar las entrañas, recordando el ardor de dos sílabas que morían en la saliva y resucitaban de vuelta en el corazón. Y así se vierten las espinas. Pensamiento, verbo, ardor, muerte; en el círculo de mis labios entrecerrados y casi derrotados por un suspiro.

El nombre se pasa por los ojos, como un destello de labios entreabiertos que se escucha con fervor en la obscuridad, y se riega por las amígdalas, con la sangre seca del crimen. Parpadear, encandilar, morder; las voces que se extinguieron al amanecer nadan en las retinas.

El nombre se tienta, se abre camino en las arterias, revuelca su estallido ahogado en la garganta, mata de vuelta una sílaba y deja dos consigo, y la tercera se me atora en los pulmones y en los pómulos, se vuelve una luciérnaga y existe en las noches. Romper, matar, devenir. Nunca calla porque no tiene voz.

El nombre no vuelve, se estanca en las sombras de las madrugadas, la espuma de mar, la arena en las memorias de Helena; el nombre se purifica en huesos, se hunde en estiércol, y cómo último deseo, mata los pómulos y me deja sin aire.

- Anónimo

LA VIDA SIN ÉL-Axl Rose-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora