¿Acaso tú me puedes dominar?

🥰🥰🥰

A- (Esperen me acaba de llamar ¿tía?  ¿De cuando acá yo solo la novia de Ian? Así que no es su hija jaja ya puedo estar mucho más tranquila ? ¿Entonces es hija de ella solamente? No sé qué fue lo que causó en mí, que me sentí bien por una parte, pero mal por qué aún cuando fuera su hija, debía aceptarlo. No tenía ningún derecho a protestar sí eso lo qué en realidad pasaba. Estaba tan metida en mis pensamientos qué no noté que Ian me había tomado de la mano y le había dicho a Hana que sí que yo era su buena tia, qué seríamos una gran familia. Yo sólo lo miré demasiado confundida y después miré a Hana y decidí qué le diría que sí aún cuando fuera totalmente falsas aquellas palabras, pero era muy pequeña para mentirle de esa forma, aún cuándo sea una mentira, seré su tía hoy y siempre porque me cayo súper bien la pequeña y su felicidad me alegra mucho la mía.

H- ¡Sí! -Dijo más que emocionada- Mamá, ¿viste? Ahora tengo una nueva tía, y seré muy pero muy feliz -Dijo mirándome con su tierna mirada-
Mamá acuérdate que mañana es mí cumpleaños #5, y yo quiero muchos regalos 🎁 pero quiero que tía nueva esté allí ese sería mi mejor regalo desde ahora.¿puede mamá? ¿siii?-Pucherito-

A- Sí estaré ahí mí pequeña hermosa celebrando esos hermosos 5 años, ¿de acuerdo?

H- Sí, que feliz estoy!! -Me abraza-
A- Bueno mi princesa cuando lleguemos a la casa me enseñas tu habitación y también quiero jugar mucho contigo y te leeré un cuento antes de dormir ¿va?

-Ella asintió feliz y me tomó la mano y empezamos a caminar, mientras que Loona me miraba y Ian igual, Hana iba muy feliz en el camino a el auto de Ian, de seguro se querrá ir conmigo y por éso está así de feliz, pero seguramente Ian querrá que la niña se vaya con Loona-

I- Mí solecito, ahora tienes que ir con mamita ¿okey?
-Ella había echo un pucherito demasiado tierno a mí parecer y le iba a reclamar a Ian por qué la pequeña se fuera con nosotros pero en ese mismo instante Ian volvió a hablar y le propuso algo a Hana, qué de seguro ama-

I- Hana sí te vas con mamá, le diré a el pajarito qué me traiga un enorme regalo para mañana pero sí no vas con mamá, el regalo no podrá llegar para tí bebe y el pajarito se pondrá triste sí no te trae el regalo, vete con mamá ¿sí?

-Ella asintió y se fue mientras que nosotros dos nos montamos en aquel carro y el arrancó en todo el camino, le preguntaba cosas sobre él y el las respondía pero parecía algo nervioso, lo notaba en su mirada y en la forma brusca que tomaba el volante, seguí preguntando cosas para ver sí dejaba de estar así, pero era en vano no lograba qué dejara de tener esa mirada nerviosa, así que solo opté por mirar al frente después de varios minutos paramos en una luz roja y no sé sí fue por un impulso de mí propio cuerpo, pero entrelaze su mano con la mía y la puse sobre mí muslo, él me miró y después su mirada nerviosa se fue era cómo si necesitara un abrazo o una simple caricia para qué se pudiera tranquilizar, y me alegró de poder haber echo algo para qué no estuviera más nervioso, me preguntó ¿porqué se puso así? ¿Será que esta nervioso por el regalo de Hana?¿O el trabajo? Deje de pensar tanto y arrancó cuando la luz dio a verde, llegamos a una mansión bastante bonita y se estacionó, sé notaba qué volvía a estar nervioso por su suspiro pesado qué dio antes de salir del auto. Cuándo salimos, ya Hana al igual que Loona ya habían entrado a aquella mansión, creó qué aquí podrían hospedarse 10 personas sin mentir, era preciosa y bastante agradable.
-Cuando estuvimos adentro habían dos personas con semejantes miradas serías que parecían querer matarte, pero a la vez se les veía agradable. Hana y Loona estaban del otro lado de la casa en un jardín en el patio trasero jugando con muñecas que parecían ser de Hana, mientras que los papás de Ian, estaban en una sala bastante agradable con un ambiente relajado pero se podía sentir la tensión de aquellos mayores con su hijo, podía entender como se sentía Ian pues me pasaba lo mismo con mi mama, la diferencia es qué no le prestaba tanto atención a mí madre para preguntarle su día, ya qué ní siquiera se animaba a verme la cara. Y en eso Ian habló.