Una silueta de gran tamaño por lo aires llamó la atención de una chica en particular. Ya había visto esa silueta antes, y no dudaría en seguirla.
Corría con todas sus fuerzas, hasta el punto de adentrarse a un bosque oscuro y finalmente, perder de...
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Asia, donde solamente tres reinos dominan el continente.
A estos les llamaban Big3, sin embargo, cada uno tenía su propio llamado descriptivo.
Kingdom Park, este reino era el más bajo, debido a su carencia de seres y habitantes, así como de generales y guerreros. Kingdom Lee, el segundo reino que dominaba de manera impredecible, la falta de seres era escasa, sin embargo, sus habitantes abandonaban el país debido a la misma corrupción de este y el mal trato del mismo. Tanto a sus habitantes como a sus seres místicos. Kingdom Hwang Bo, el reino que lideraba. Este reino es el más poderoso, debido a que sus habitantes eran totalmente leales a la nobleza y eran sus ovejas. Sin embargo, algo había impulsado al país a convertirse en el más poderoso. Era simple. Tenían a al ser místico más deseado por absolutamente todos los reinos bajo sus manos.
Este gran ser era el más poderoso y aterrador que cualquier otro que viviera bajo la tierra. Podrían usarlo para invadir los países vecinos y obtener su territorio, sin embargo, era prácticamente imposible estar al mando de este. El Dragón Celestial era imposible de domar por cualquier habitante o incluso rey de cada país, ya que, solamente seguía órdenes de la persona que nació bajo su cuidado, una gran desventaja para este magnífico ser.
El problema para este país era qué, no se encontraba al gran animal. No daba señales de vida. Ya qué, lo creían extinto.
En guerras históricas, el objetivo era acabar con la vida de magnífico animal, debido a que lo detectaban como una amenaza. Sin embargo, para exterminar a dichoso ser, debían acabar principalmente con el núcleo que lo unía a la vida, desterrándola en el río Kim, donde la vida se detiene debajo de las pesadas aguas.
El único problema de este lago era qué, desaparecía cada cierto tiempo. Ubicándose en un nuevo bosque cada año.
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La personalidad del dragón está marcada por la sabiduría que representa este animal. Lo cual, es algo positivo. Este concepto es precisamente lo que en realidad representa la personalidad del animal. Esta sabiduría en el terreno práctico se traduce en una gran vitalidad y énfasis.
