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"No, definitivamente jamas participare en una locura como esta" fue una respuesta cargada de una profunda y muy aterradora aura asesina.

"Nos lo deben, por su culpa ella y yo no podremos asistir a este importante evento" dijo mientras señalaba las heridas, era cierto, ni ella ni Sha Hualing podrían presentarse con un rostro lesionado, al menos no si querían tener algo de dignidad en ese importante evento.

"No y es mi ultima palabra, Shen Jiu jamas en su miserable vida ha usado ni usará cosas de mujer, no me convertirán en un vergonzoso travesti solo por unos simples rasguños, me niego rotundamente" para él, aquel asunto ya estaba zanjado.

"Si no lo hacen entonces los demandare, que no les quede la menor duda, tenemos los medios para refundirlos en la miseria si se niegan a cooperar con nosotras." Liu Mingyan tampoco se daría por vencida, aunque no era de su agrado, todavía era lo único que podían hacer.

"No, tampoco me interesan tus bobas e inútiles amenazas y te repito, me niego rotundamente a ser parte de este ridículo plan tuyo" Shen Jiu no pensaba ceder, su orgullo era lo mas importante que tenia, por supuesto que no lograrían convencerlo.

"Bien, ¿pero qué me dices de tu hermano?, ¿dejaras que ese pequeño tonto salte directo a la boca del lobo? con su pobre experiencia e influenciable mente no durara ni un minuto" la mujer sonrió de lado "No pensé que seria tan desalmado para dejar que vaya solo a enfrentarse con ese hombre".

Shen Jiu apretó sus puños hasta que los nudillos se volvieron blancos. Si, el podría negarse e incluso dejar el caso y reclamar a su jefe por todo lo que estaba pasando, incluso ahorcarle estaba en su lista de deseos luego de que terminara, estaría libre de cualquier cargo por que también tenia los medios para ello y su hermano no seria diferente si lo mantuviese detrás.

Sin embargo es Shen Yuan de quien hablaban, un hermano bastante amble y bondadoso, no era alguien a quien simplemente pudiera dejar a su suerte. Con un par de mujeres como esas en peligro, Shen Yuan seria lo suficientemente tonto como para correr el riesgo y simplemente aceptaría seguir el caso, ya fuera con o sin su ayuda. Maldecía ese corazón de ciervo y su determinación para hacer el bien.

Por mas que le doliera, había perdido la partida y solo le quedaba recibir el supuesto karma que tanto menciono la odiosa de Sha Hualing, esa mujer increíblemente insoportable, arrogante y hermosa.

" Muy bien, acepto" hablo sin ganas, esto lo recordaría toda su vida. "Pero antes haré unas llamadas"

Saco su celular del bolsillo y marco los dígitos de un numero en particular "Yue Qingyuan, ven a la dirección que te mandare por mensaje y trae el equipo". Colgó y texteo algunas palabras para seguido enviarlas.

Yue Qingyuan era una de las personas que conoció cuando estaba en pleno entrenamiento. A pesar de ser una persona bastante hábil y muy fuerte, termino desperdiciando su vida en algo tan poco digno.

Se conocieron cuando un compañero quiso meterse con Shen Yuan, al parecer su hermano es lo suficientemente desafortunado como para atraer a los bravucones. Su extraña afición otaku también tuvo mucho que ver en la mayor parte del tiempo. En fin, Yue Qingyuan trato de apaciguar las cosas cuando Shen Jiu se abalanzo cual fiera sobre el joven y casi lo mata a golpes, cabe decir que el pobre chico también se llevo uno que otro puñetazo.

Desde entonces se volvió un muy pegajoso compañero. No era una exageración, era como la suave y tierna madre del dúo, velando por su bienestar y aconsejando sobre sus conductas, regañando incluso en ciertas ocasiones.

Quien sabe en que momento se adueño del lugar que su temperamental madre tenia, sintió un repentino escalofrío, si esa mujer supiera que clase de pensamiento tenia ese hijo mayor probablemente le rompería las piernas. Eso también le recordó a su querida tía, ella siempre amenazaba a sus hijos con arrancarles las piernas.

Gemelos en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora