보라빛 밤 (pporappippam)

Parte 3

Reencuentro

Desde ese día Zhan venia soñando con esa noche, una noche que quería sea eterna, él mismo sabía de la pesadilla que ocurrió al día siguiente.

Él se imaginaba despertando junto al ser que más ama, hasta ahora, pero sin embargo solo encontró frío, ni un rastro de él. Quizás lo que quería era pasar el resto de su vida junto a Yibo, pero el destino le estaba haciendo pasar el resto de su vida castigándose con recuerdos de lo que pasó, con la imagen imborrable del rostro de Yibo, con las ansiedad de saber si eso fue real.

La verdad era como si ese magnífico momento de su relación con Yibo  hubiera sido algo tan veloz como un rayo, uno que choco contra él y que al irse le dejo herido el corazón.

Zhan suspiro otra vez más durante el día, la verdad era que siempre esos pensamientos le dejaban un sentimiento pesado. Miro a su alrededor, otra vez se encontraba en el bar, prometió que ya no iba a emborracharse más, pero que mejor manera de desahogarse que con la bebida.

"¿Quién era ahora?"

Pues ahora era un adulto, con un trabajo, con una imagen, pero todo eso se iba a la basura cuando se daba cuenta que Yibo no estaba en su vida. Logro sus sueños, pero solo eran cosas que le causaban satisfacción temporal, su corazón estaba vacío, bueno un poco lleno de los recuerdos que quisiera que vuelvan a ocurrir.

Metió la mano en su bolsillo, buscando el papel que atesora con todo su corazón. La carta, mejor dicho nota, que le dejo Yibo antes de irse a quién sabe dónde. La leyó con la vista un poco borrosa por haber bebido.

"Prometo volver por ti, cuando ambos hayamos alcanzado nuestras metas y podamos vivir tranquilamente. Allí en ese momento nos amaremos libremente. Perdóname amor, por dejarte, te amo, te amo desde donde sea que esté. Tu eres mi único amor, por favor espera por mi. Se fuerte por mí"

Toda esa pena se iba cuando leía lo que escribió, imaginaba a Yibo frente a él diciendo eso, lo que provocaba que una sonrisa pareciera en su rostro.

Guardo otra vez la carta y alzó la mano.

— Otra ronda más por favor! —
gritó como si no lo fueran a escuchar.

El bartender se preocupo, si bien reconocía que el lindo chico siempre bebía más de lo normal, está vez se estaba pasando de lo que él creía su límite. Solo asintió, después de todo es un negocio, así que solo le debería interesar las ganancias, se preguntaba si con esta ronda más estaría en sus sentidos como para pagarle.

Negando su preocupación humana por él otro hizo lo que pidió y se lo sirvió.

Las horas pasaban, el reloj indicaba las 10 pm, el bar era de 24 horas, asi que el bartender seguía trabajando.

En la barra se encontraba un semi conciente Zhan, estaba "durmiendo" sobre sus brazos, totalmente ajeno a lo que ocurría a su alrededor.

— Un Gimlet por favor —una voz nueva y profunda sonó en el bar.

Yibo están cansado de buscar información del paradero de Zhan, creyó que iba a poder solo, pero su hermana tenía razón, no era un sabelotodo. Así que frustrado fue al mejor bar de la ciudad, uno popular por su tranquilidad, una que necesitaba un montón.

El bartender solo asintió con una sonrisa, como el profesional que es no se demoró mucho en cumplir el pedido, lo sirvió de una manera muy elegante. Yibo totalmente satisfecho con el servicio se sentó al lado de un chico que no parecía en buen estado, pero eso poco le importaba.

— Está es la primera vez que queda tan borracho —Yibo escucho la voz preocupada del bartender.

— Quién es? —preguntó con tal de seguir la conversación.

— Un pobre chico con el corazón roto, al parecer hasta ahora su corazón no ha sanado...

Yibo solo asintió, el bartender negó con la cabeza y se fue a atender a un nuevo cliente.

Zhan estaba muy feliz durmiendo entre sus brazos, pero ya se estaba sofocando, giró su rostro para recibir un poco de aire.

Justo en ese momento Yibo también giró su rostro hacia el chico que parecía haber reaccionado, pero al darse cuenta de quién se trataba su mano tembló, dejo la copa rápidamente en la mesa, no quería pagar más de lo que tenía planeado.

Allí se encontraba un durmiente Zhan, con su rostro sonrojado, su belleza siendo mayor que la última vez que lo vió y su hermosa sonrisa siendo la cereza del pastel.

Yibo no perdería está oportunidad, por fin lo había encontrado, ansioso movió el cuerpo de Zhan para despertarlo, lo hizo varias veces hasta que los hermosos ojos de Zhan se abrieron.

Zhan parpadeó adaptándose a la suave luz del bar, está bien que estuviese soñando con Yibo, pero era demasiado que su cuerpo ya empezará a imaginarlo frente a él. Negó con la cabeza y volvió a acostarse sobre sus brazos.

Yibo se confundió más, era Zhan, estaba seguro. Otra vez movió a Zhan. Este se despertó y otra vez lo vio fijamente.

— Quién iba a pensar que te encontraría aquí, te busque en tantos lugares... — hablo la calmada voz de Yibo.

Zhan lo miró con las cejas fruncidas y se rasco la nuca.

— Por qué te sigo viendo? Acaso estoy muy borracho? —Zhan estaba muy confundido.

Yibo suspiro frustrado, lo que le faltaba, que Zhan pensara que era una ilusión.

— Soy real ,idiota, es qué acaso no leíste mi nota? —Yibo apoyo sus manos sobre los hombros de Zhan.

Zhan se asustó por el contacto que retrocedió demasiado, provocando que se cayera de la silla. Se levantó rápidamente y gritó.

— Bartender! Pronto, venga! — pedía Zhan, él llamado se acercó a atenderlo— Él es real? —señaló al chico que pensaba era una ilusión.

El pobre hombre totalmente confundido miro a Yibo, después miro a Zhan y asintió.

Acaso la vida le dió la oportunidad de volver a tener al hombre que amaba, ahora por fin tendría una vida llena de noches púrpuras?