Sentimientos reprimidos [GaaSaku]

Su amable sonrisa

"Gaara- chan, cuánto tiempo sin verte" -espetó una señora mayor de edad detrás del mostrador- "Lo mismo de antes, ¿verdad?, ve a sentarte, en un momento te llevo tu café" 

"Hace mucho que no nos veíamos, sí, muchas gracias" -respondió simple, necesitaba ignorar sus emociones por un momento- 

"Oh, ¿Sakura- chan viene de retraso? no es común en ella, iré preparando su orden también" -con una sonrisa se encaminó a la cocina-

Avanzó con pasos lentos, cada vez acercándose más a la mesa que solía compartir con Sakura, se detuvo unos segundos y logró ver a ellos mismos riendo a carcajadas por las ocurrencias de la pelirosa,  su mirada se volvió nostálgica, antes de sentarse decidió ver el muro tras la mesa, ahí se encontraban fotografías de los clientes habituales. Se acercó a una foto en específico, contempló cada parte de ella, en especial la gran sonrisa de su compañera, sus dedos se deslizaron con cuidado por su contorno y en su rostro se formó una curva en sus labios. 

"¿Qué es lo que he estado haciendo?" -se dijo a sí mismo, soltó un suspiro-

-Unas manos cubrieron sus ojos- "¿Quién soy?" -preguntó alegre la señorita, no dejó que contestara y al momento de voltear, una gran cabellera rubia se abalanzó sobre él, rodeando sus brazos por su torso, alzó su rostro para encontrarse con el de él, ensanchando su bella sonrisa- "Te extrañé tanto" 

Eran momentos como ese, el porqué de su confusión, el porqué de sus inseguridades, ¿qué era lo que sentía realmente? 

"Te apuesto a que no más que yo" -contestó respondiendo a su sonrisa, después de todo fue su amable sonrisa quien lo llevó a ella.

Pasó su mano por su cintura y la guió a una mesa diferente, deslizo la silla en cortesía para que ella se sentara primero, para después sentarse enfrente de ella. Ya no se sentía seguro del porqué la había citado, su cabeza  se había hecho un nudo. 

"¿De qué querías hablarme mi amor?" -colocó sus brazos en frente de ella y fijó su mirada en él, con su sonrisa de por medio-

"V-veras y-yo..." -se trabó, no sabía qué decir, el discurso que había preparado, ya no existía-

Ella rió ante su nerviosismo y la mirada de su novio.

"Espera, no lo digas, ¡te tengo una sorpresa!" - dijo esculcando en su bolso- "¿Te acuerdas que queríamos ir de viaje?... ¡Sorpresa! -puso enfrente de él dos boletos de avión- "Nos vamos a París, la ciudad del amor" 

Después de sus segundos de sorpresa reaccionó "espera... cómo... cuándo..."

"Oh... Conseguí un trabajo, aunque me pagaron la mitad por adelantado, junto con mis ahorros, reuní el dinero suficiente...¿No te gustó mi sorpresa?" -bajó su mirada y su sonrisa se esfumó-

"No es eso, es que estoy emocionado, pero no sé cómo expresarte mi sentir" -Tomó las manos de la chica, obligándola a verlo- "Muchas gracias... ino" -acompañado de una sonrisa sincera- 

Los ojos de su novia se humedecieron, apreciaba los simples, pero sinceros gestos. 

"Tú has de ser Gaara, ¿no?" -dijo un tercera voz, con una bandeja- 

"Sí, ese es mi nombre" -la miró neutro, nunca la había visto-

"Obaa- chan me pidió que te trajera su orden" -puso enfrente de él una café americano junto a una pieza de pastel de chocolate-

"Por lo tanto tú debes ser Sakura, a ti te manda esto" -sirvió un batido de fresa con un pedazo de pastel de zarzamora- "Provecho" dijo antes de retirarse. 

Ino miró fijamente a Gaara, mientras esta cruzaba sus brazos. Él reconoció inmediatamente esa expresión, una gota de sudor resbaló por su frente y sus manos se pusieron sudorosas. 

"Me puedes explicar por qué acaba de llamarme 'Sakura' cariño..." -preguntó con una sonrisa en su rostro, una terrible sonrisa macabra- 

"Bueno... verás, es un poco" -definitivamente no sabía como contestar, no quería sufrir por el terrible carácter de su novia y mucho menos enojada-

El puño de la chica chocó contra la mesa, haciendo que Gaara pusiera sus manos enfrente de él como símbolo de protección. 

|Sakura|

"¿Quién soy?" -preguntó a espaldas de aquel dueño de sus sentimientos- 

"Eres el amor de mi vida, Sakura" -contestó con una sonrisa, quitando delicadamente las manos de su rostro- 

"¡Has acertado!" -gritó sonriente para después abrazarlo-

Él correspondió gustoso su abrazo, pasó su mano por su cintura y la guió a una mesa diferente, deslizo la silla en cortesía para que ella se sentara primero, para después sentarse enfrente de ella.

"Y bien... ¿Para qué me has citado?" -lo miró sonriente, ella amaba más de lo que quería a ese chico con ojos hermosos-

"Sabes que eres el amor de mi vida... ¿verdad?" -él tomó sus manos y ejerció una leve presión en ellas-

"Lo he tenido claro por mucho tiempo, somos almas gemelas" -respondió inmediatamente con un brillo en sus ojos-

"Voy a casarme, Sakura" -Su mirada cambió por una más apacible- "Sé que tú eres el amor de mi vida, pero... las cosas no funcionan así" 

"Gaara... yo puedo..." -fue interrumpida"

"He encontrado a la mujer con la que deseo pasar el resto de mi vida, la quiero como compañera" -separó sus manos y las reposó en la mesa- "Quiero que tú seas ese amor idealizado, fuera de la decepción, quiero que mi amor por ti quede como eso, intenso, perfecto, sin dolor... Creo que es la mejor forma de dejarlo. ¿lo entiendes, Sakura?"

Ella intentó buscar algún rastro de mentira, algo que no estuviera en orden en su mirada, sin embargo, solo encontró la sinceridad de sus palabras, apartó la mirada por un momento.

"Lo entiendo Gaara" -fingió una sonrisa al hablar, y su mirada se volvió vacía-

"Muchas gracias Sakura, sé que siempre contaré contigo" -miró la hora en su celular y se levantó- "Lo siento, tengo que irme, quedé de verme con ella" -recogió su saco- "Ten, es la invitación a mi boda" 

Ella rápidamente pagó la cuenta y lo acompañó a la salida.

"No traje mi auto, me iré por aquí" -se acercó a ella y la abrazó-

Correspondió su abrazo, sería la última vez que se abrazarían de esa manera, así que prefirió disfrutarlo, segundos después se separaron y él se marchó sin mirar atrás. Ella se quedó ahí, observando como él caminaba lejos de ella, sus lágrimas por fin salieron.

"A-adiós" -susurró-

Caminó en dirección a su auto, abrió la puerta trasera y aventó la invitación, observó el regalo que le había comprado, lo tomó y se quedó estática, no solo había algo material envuelto, también llevaba una carta llena de sentimientos. Se acercó al bote de basura más cercano y lo desechó. 

"Sakura"

"Sakura"

"SAKURA"

Abrió los ojos exaltada y se encontró con unos bellos ojos color miel, el cual la recibió con una sonrisa. Con esa que logró consolarla en sus tormentas, aquella amable sonrisa.

"¿Te encuentras bien...Sakura-chan?" -preguntó con preocupación en su rostro, mirándola fijamente- 

Sus ojos se cristalizaron y extendió sus brazos para abrazarlo.

"Ha sido un día pesado, eh..." -mientras correspondía a su muestra de afecto-

"Muchas gracias... Sasori"