Sangre oculta... en tu sonrisa

Capítulo 4

~Lilia~
Maldita sea, la historia se había vuelto a repetir pero ahora con mi sobrina Eliza. Mi hermana Kristen me habló en la mañana muy asustada porque no sabía que había pasado, me contó de una manera muy rápida lo que había sucedido en su casa.
Tan parecido a mi historia: no había pruebas, no pude ver quien me intentó...ni siquiera quería recordarlo.

Y su gran idea fue que todo lo había inventado yo, ¿sería una coincidencia que le dijeran lo mismo a Eliza?, para nada, se creía que no había delincuencia en Dalten, puesto que la policía siempre buscaba una excusa tratando de darle sentido a lago que no lo tenía. En su momento llegue a pensar que la policía podía estar relacionada con estas personas, aún lo pensaba, pero eso ahora no me importaba, quería que mi familia estuviera a salvo de ese mounstro que podía ir caminando sin ningún remordimiento sobre lo que causaba.

Baje de mi auto y toque la puerta, mi hermana Kristen abrió, se le veían sus ojos tan hinchados sabía que había llorando, sin embargo ella siempre escondía sus sentimientos por lo que cuando se le juntaba explotaba. Decidí entrar y darle un abrazo tratando de darle tranquilidad, salude de mano a su novio Evan, me parecía un poco incómodo como me veía.

Eliza estaba discutiendo con el policía Izan solo pude escuchar:

—¡no estoy loca! ¡todo esto fue real! No me joda.

Llegué y la salude con la mirada, no aguantaba que este hombre diagnosticara a todo el mundo sin tener estudios sobre esto.

—¿quién carajo son para determinar algún problema psicológico?—lo dije en plural ya que Kristen estaba de acuerdo con el.

—Que gusto verte Lili, hace mucho que no te veía aquí.

—No puedo decir lo mismo, usted haga su trabajo, no crea que por ser policía puede diagnosticar a las personas, mucho menos si no lo estudio y no ha tenido alguna consulta con Eliza ¡por dios no sean tan idiotas!—lo dije tan rápido que ni siquiera supe si me di a entender.

—Pido respeto Lilia, nunca te he faltado al respeto, yo no solo lo digo por decir pero no encontramos nada, las cámaras no muestran nada.

—No me pida respeto cuando usted me arruinó mi vida. —se lo dije viendolo a los ojos, sabía que él estaba atrás de todo esto.

—No fue mi culpa que usted no se diera cuenta quien había intentado hacerle eso y que no hubiera pruebas, creo que es normal que intente darle la culpabilidad a alguien. Pero hagamos un acuerdo, usted es psicóloga así que cualquier cosa que tenga la señorita Eliza usted podrá valorarla y saber que hacer con ella. Pero creo que le es necesario para intentar lidiar con esto.

Eso era lo único que había dicho con sentido hasta ahora, también sería una buena manera para alejarla de aquí, de todo esta basura. Mierda... Michael entró a la casa, sabía que no se imaginaba que regresará a esta ciudad, de inmediato nuestras miradas chocaron, podía sentir como mis vellos se erizaban, mi corazón se salía de mi pecho, y sentir como me sonrojaba. Se veía tan hermoso como siempre... sin embargo esa mirada ya no brillaba al verme o como cuando admiraba y tocaba mi cuerpo al hacerlo.

Pero dejó que ellos hicieran esto, siempre me dijo que me protegería y nunca lo hizo, nuestra relación fue tan bella pero sería algo que no volvería a suceder.

—Hola Lilia—lo dijo de la manera más fría sin mirarme a los ojos, como si ya no sintiera nada quisiera decir lo mismo pero sabía que no, un puñetazo en el estómago hubiera dolido menos...

—Hola.—de inmediato cambie el tema—Kristen, si me dejas me llevaré a Eliza a mi casa, como saben trabajo en un psiquiatra, y no Eli no estoy asumiendo que estes "loca", sin embargo trataremos que olvides esto e investigar si puedes recordar algo, les proporcionare toda la información que sea prudente oficiales.
Me puse a lado de Eliza y le susurre al oído:

—Tranquila, te quiero sacar de esta mierda cariño, ya no estas segura aquí.