~Eliza~
----3 meses después----------Desperté de golpe en la cama del psiquiatra Colin, cada día era lo mismo; despertar en la madrugada por tener una pesadilla que había vivido en la realidad. A pesar de 3 meses transcurridos se me erizaba la piel al recordar y el dolor que había empezado ese día, al parecer no terminaría.
Me incorpore sentandome en el borde de la cama para tomar mis sandalias e ir al baño, tenía que pesarme y registrarlo para dárselo a mi nutrióloga, me lave la cara aunque haciéndome lo que fuera no dejaría de tener esta horrible cara de muerta y mi gran cicatriz la cual mostraba todo el daño que me habían hecho desde ese día, y no solo de la manera física, sino que de todas las maneras en que se pueda llegar a sentir dolor. Me lave los dientes, y me cepille el cabello, tenerlo tan largo era un fastidio aquí ya que nos daban un pequeño cepillo para no poder autolesionarme. Me puse mi "uniforme" consistía en un pantalón azul claro con una playera blanca y un suéter azul.
Tomé reporte diario sobre mi peso.
—¿51 kg Eliza? Vamos muy bien—me dijo la señora Martha, ella siempre intentaba darte una buena sonrisa, un consejo o hacerte sonreír.—Tal vez sea porque no estoy loca señora Martha.—ella comenzó a reír.
—Si bueno, nadie es perfecto, ten un excelente día Eliza, ya sabes que debes de comer.
—Aquí tengo mi menú— le enseñe la hoja donde venía que debía de comer para una mejor recuperación de mi energía mientras me iba ahora con la psicóloga.
—¿Puedo entrar Lilia?—asomé la cabeza a la oficina de mi tía.
—Si claro cariño, pasa. ¿Cómo te sientes?—pase y me senté en una silla que quedaba delante de ella.
—Ni muerta, ni viva, mejor dicho, muerta en vida, sigo teniendo el mismo sueño, como si todo fuese tan real como esa vez, la misma voz, el mismo dolor, estoy cansada de eso, ¡no quiero sentir!—puse mis manos al rededor de la silla inclinándome hacia ella.
—¿no quieres sentir? El sentir nos hace human...—ni siquiera la deje terminar la oración y la interrumpí.
—Creo que no necesito más charlas sobre eso ¿a caso esto es bueno Lilia? Tu no sientes esto, no pasaste lo que yo pasé, deja de decir palabras que son estúpidas y no ayudan en nada.—Lilia se agachó para sacar unas llaves que tenía en el cajón de su escritorio, rodeó el escritorio y me tomó de la mano jalándome para que fuera con ella.
—¿Qué te pasa? ¿A dónde vamos?—intente soltarme de su mano pero ella apretó con más fuerza.
—A mostrarte que es no sentir nada, tu gran deseo ¿no?—parecía estar molesta, subimos unas escaleras hasta llegar al segundo piso el cual tenía muchas cerraduras porque ahí se encontraban las personas con problemas más severos y teníamos prohibido convivir con ellos.
Abrió todas las cerraduras, y entró.
—¿No vas a entrar? Esto era lo que querías, que te enseñará a no sentir, ellos te pueden ayudar ¡en este maravilloso lugar!—entré aunque ya estaba muy molesta por todo el sarcasmos que estaba usando. En el piso que yo estaba podías ver a los pacientes caminar, hacer actividades, simplemente podían estar fuera de sus cuartos. Aquí todo cambiaba, las paredes estaban pintadas de color gris haciendo ver más frío este lugar, las puertas se veían muy fuertes y con una pequeña ventana hasta arriba, ni siquiera quise fijarme a los lados porque sabía que nos estaban viendo.—¿ellos no pueden salir?—pregunté a Lilia mientras veía el suelo.
—A veces. Ya llegamos con mi paciente favorito.— Era un hombre de cabello negro, tenía muchos moretones al rededor de su cuello y brazos, sus ojeras eran tan visibles como la oscuridad de la noche, sus ojos encontraron los míos por lo que baje la mirada. Se paro del suelo, dejándome ver su cuerpo y gran estatura que imponía y daba miedo. Quedó enfrente de mí, buscando mi mirada, solo nos separaba esta gran puerta, a mí y a un psicópata. No quería que viera miedo en mi, así que levante mi cara y de nuevo esos ojos color azul me miraban para que después se comenzará a reír y regresará a su cama y sentarse.
—¿Quieres estar así? ¡Venga! Pídele consejos a él, en vez de que escuches a tu psicóloga, pregúntale como mató a su hermano sin sentir absolutamente nada.
—¿El... él mató a su herman...?—mi corazón latía muy rápido por el miedo que me produjo.
—Si Eliza, el mató a su hermano y no sintió ¡nada!, ¿quieres eso? He intentado ayudarte pero si tu no me dejas ¿qué puedo hacer?, no quiero decir que no tenga tanta importancia tu caso, para nada, pero el no sentir, no es ninguna solución.
—Perdón, no sabía lo que significaba esto, perdón Lili—nos abrazamos hasta que comenzó a sonar su celular.
—Espera aquí cariño deja contesto el celular—Salió y se quedó en el pasillo que juntaba al primer y segundo piso.
Me recargue en la puerta de la persona que había matado a su hermano, era tanta información. Me sentía mal y tan estúpida por ser tan grosera con Lilia y no entender lo que me decía "sentir nos hace humanos" y tenía razón.—No me arrepiento.—escuche una voz profunda detrás de mí, me giré y estaba ahí, de nuevo viéndome.
—Estas loco, no tengo que hablar contigo.—comencé a caminar para marcharme de ahí.
—Tal vez, pero vaya que Lilia miente, por dios se que soy un monstruo pero no como ella lo pinta, me da más créditos de lo que soy, creo que debo de sentirme afortunado.—cuando voltee el estaba apoyando sus manos en su pecho como si estuviera agradecido.
—¿O sea que matar a tu propio hermano para ti no es suficiente como para hacerte un puto monstruo?
—Matar a alguien que no aporta nada más que matar no me hace mala persona, es un karma, pues digamos que... forzado.
—Eso no te quita la culpabilidad, ¿te crees un héroe? No lo eres. —comenzó a reírse y susurro algo.
No quería darle mayor importancia porque no era mi problema y bastantes eran mis problemas como para meterme en uno más, al llegar a la puerta me volvió a hablar.—No murió, lo mataron.—me giré, sabía que no debía de preguntar pero lo hice.
—¿A quién?
—Weldon Barnett, ¡ah, claro! ¿Tu papá Eliza?
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Sangre oculta... en tu sonrisa
Mystery / ThrillerEliza Barnett miraba las estrellas recordando a su padre fallecido, mientras se dirigía para observar una imágen con su padre; algo inesperado sucedió... Que le cambió la vida y no para un bien. Por lo que comienza investigar que persona podría esta...