El sonido de la puerta fue lo único que se escuchó tras haberla cerrado, nos besábamos con pasión, estábamos solas en el aula y eso era lo único que importaba.
La temperatura comenzaba a aumentar, haciendo que la ropa que tuviéramos puesta empezará a estorbar.
Espera, aquí no.- decía ella entre jadeos.
Porque no?.- le respondía bajando a su cuello.
Estamos en la escuela, cualquiera puede entrar y vernos.
Eso no me importa, quiero gritarle al mundo que eres mía.
Regresé a su boca interrumpiendo lo que iba a decir.
Señoritas...- se abrió la puerta de repente y nos separamos inmediatamente.
Era Ana, la señora de intendencia, no era la primera vez que nos encontraba en esta situación.
Perdona Ana.- se disculpó ella bajándose del escritorio mientras se acomodaba la ropa, siempre con esa amabilidad que la caracteriza.
Chicas ya les he dicho, que no es...
Sí, sí, ya nos vamos.- interumpí tomando la mano de mi chica para salir.
Sin embargo nuestras manos no duraron mucho juntas pues las personas comenzaron a salir de los demás salones.
Hey Garzón.- gritó una voz no tan agradable a mis espaldas.
Mario.- dijo Poché sin ánimos, él era un buen amigo mío, pero no hace mucho se le había declarado a Poché.
Dónde estabas?, te estaba buscando.- preguntó ignorando mi presencia.
Calle?.- Al fin me había notado el cretino. Qué hacen aquí? pasó algo?.
Estábamos hablando del proyecto, que quieres?.- contesté yo sin dejar hablar a Poché hablar.
Sólo quería saber si irías a la fiesta al rato Poch?.
Tengo cosas que hacer y no hay quien me llevé.
Si quieres yo puedo llevarte.
Ajá, adiós.- me volteé y lo enfrenté, esperando que se fuera.
Me avisas, bye... adiós Calle.- se despidió.
Adiós.
No deberías de ser tan mala con él, es tu amigo.
Era, se le declaró a mi chica.
Daniela...
Dime amor.- respondí colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.
Sonrió divinamente y antes de que pudiera contestar.
Calle hola, Poché!.- dijo Matu detrás ella.
Ví a Poché voltear los ojos.
Te compre tu almuerzo favorito, los chicos nos están esperando.
Ahora voy, sólo estoy arreglando unas cosas con Majo.
Vaya es cierto, yo nisiquiera he hablado con quién me toca.
Bueno y que esperas?...- le dijo con algo de molestia en su voz esperando que se fuera.
Esperar? a Calle.- dijo insegura de sus palabras.
En un momento lod alcanzo, es importante.
Esta bien, estaremos en la cafetería.
Mi fama en el colegio era de una chica ruda, insensible, temida por todos, sin embargo Poché era todo lo contrario, la chica de buenos modales, dulce y amable, somos como dos polos opuestos, pero que nos complementamos de la mejor forma.