PRÓLOGO

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Contigo perdí el orgullo, mi dignidad y el corazón se hizo añicos.

Ya sabes, en ese momento no entendía nada, todo mi universo, eras tú.

Pero entendí que nunca te perdí, porque nunca estuviste y que ya era tiempo de alejarme de ti, tú eras ausencia y yo no quería llenarme de tu vacío.

Sam Doherty

¿Qué pensó? ¿Que siempre iba a estar detrás suyo? ¿Que siempre le iba a rogar? ¿Que iba a ir de boba con el? Pues no, la gente se cansa, es ahí donde uno se da cuenta lo que vale, que la única ilusionada fui yo, por andar metida en películas que no eran.

Yo no soy un juguete con el cual jugar, y eso debí recordarlo antes de caer en el juego que yo misma provoque.

Karol Langford

"Prohibido amarme" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora