'Miserable yo, que lloro por las noches, miserable él; que me escucha llorar mientras acaricia mi pelo'
↱↻↲Él cree que las noches son pesadas, etéreas y caóticas que queman el alma internamente cuando las pesadillas inundaban su mente mientras dormía, sólo para hacerlo despertar en una sensación de pánico incandescente que recorría su cuerpo como la sangre misma.
Odia y ama la oscuridad, pero duerme con las luces apagadas; y ahora, con un ventanal al frente de su cama, los edificios filtrando luz hacia él. Es un arura tranquila, es pacífica y paciente como el infierno y suave como la primavera. Casi tan precioso como los ojos de Eiji.
Esos destellos lejanos lo mantienen despierto, jugueteando con la tela de las sábanas entre sus dedos para que su corazón no bombeara rápidamente al acallar sus gritos. Arrepentido de todo.
Y está consciente de que ha arrastrado a varios a través del bien y el mal, al escaparse sólo para ver la ciudad.
Aveces las respuestas eran negativas, mientras que la mayoría le daba luz verde para avanzar, sabiendo que no los volvería a contactar. Pero algo, de todo ese infierno metódicamente arreglado a su alrededor tenía que cambiar.
Eiji dijo que sí a sus locuras inmediatamente, como otras personas que se habían arrojado al abismo por él, entonces, ¿Qué lo ha hecho diferente?, esa respuesta estaba tan escondida que ni él sabía cómo decirlo correctamente.
Tal vez fue su sonrisa, o quizás el nulo miedo a morir estando a su lado.
O quizá el sentimiento de sentirse completo por primera vez que los unió en New York hace años.
El rubio giró su cuerpo hacia la parte oscura de su cama, donde yacía él acurrucado como un felino para no sentir la luz en su rostro. Porque sí, le agrada la oscuridad, y al mismo tiempo se detuvo con él para recorrer el suelo agrietado de las calles, a su lado.
Por inercia, arrastró su mano al rostro pacífico de su amante, rozando la piel con los nudillos como si fuese tela de seda cara o uno de esos cachorros mimados.
Una suave risa se escapó de los labios del menor cuando observó al japonés mover la nariz como un pequeño roedor, moviéndose hacia adelante, buscando algún tipo de calor que le abrigara, porque al parecer las sábanas no son suficientes para tapar los escalofríos.
—Ash—formuló las tres simples letras que formaban su mundo y entorno en simples susurro.
Frotando sus ojos, le sonríe con parsimonia.
Pero sólo veo tu sangre cayendo.
—¿Qué ha pasado, moon?—Lo mantiene calmado, sus ojos se vuelven a cerrar ante su tacto, parece relajado, su chico tormenta ha encontrado la calma entre sus brazos; cediendo sus manos para reparar lo que queda de él.
Busca comodidad en su pecho, suspirando de alivio y luego colocando tus manos sobre este para acariciarlo.
Aún sabiendo que hace frío en la habitación, tanto como para tiritar de forma violenta ; Ash decidió mantenerse en pocos ropajes, estando acostumbrado a plasmar letras en cuadernos con tinta roja mientras está semi-desnudo, con Eiji a su lado.
—He soñado contigo—su voz toma un poco de fuerza, era necesaria para que se escuchase bien—He soñado que saltábamos entre nubes de tormenta y tempestad, estábamos tan sumergidos en nuestro pequeño mundo, Ash, era tan hermoso.
E irreal, quiso gritarle.
—Debió ser hermoso—Es caprichoso querer algo tan idílico, siendo la realidad que los humanos necesitan alas para volar, pero sólo tenemos pies.
¿Estaría dispuesto a abandonar su fantasía para lastimar sus dedos en el cemento, mientras hace frío?
—Ha sido fatídico—Taja, sorprendiendo al rubio. Ha salido de los brazos de perséfone para anidarte en los de Hades—Me gusta cargar mis problemas en los hombros, necesito expectativas realistas para sobrevivir en este mundo—termina.
Y la noche sonríe.
El de ojos negros se carcajeó suavemente mientras acaricia los brazos de su ángel de ojos jade, arrancando su alma, dejándolo en pedazos pequeños y moldeables, que está dispuesto a recojer.
Los huesos de Ash ya no están gélido, le ha llenado de validez; su lienzo negro se ve ofuscado por preciosa pintura de neón, que libera el alma.
Como su chico tormenta.
© Cornball
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Midnight [AshJi]
FanfictionLos cantos de las sirenas cesan por completo en la mitad de la noche, para que ellos puedan descansar. -Los personajes de esta obra no me pertenecen. -[AshJi]