[Prólogo]

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Me encontraba metida en un coche, durante 5 horas ¡5 horas! lo llamaría secuestro pero si os digo la verdad, la que conducía era yo. ¿Dónde me dirigía? Pues... mi GPS humano y a la que más quiero era la que mandaba.

-¿Por dónde voy ahora? - le pregunté

- Tienes que tomar la A-44 seguida hasta que te salga la primera salida a la A-92, No te la saltes o nos mandas a Granada - me contestó observando aquel mapa descuartizado que guardábamos en la guantera del Ford Focus de mi madre.

-Gracias GPS - le contesté con toda mi gracia madrileña mientras le echaba una ojeada al asiento del copiloto, en el que se situaba.

- ¿te crees muy graciosa no? A que te dice por donde ir quien yo te diga - refunfuño con esos morros de pato que ponía cuando se picaba

Os presento a mi hermana de 14 años, Ana. Joven aventurera en la edad del pavo, que solo piensa en los gemeliers esos tan famosos y en jugar al baloncesto.

- Vale vale pero ey ten presente que si no me dices por donde ir, no vas a ver a ese tío cursi que escuchas tu para que te firme su disco - la respondí dándola un zasca tan grande que ni siquiera me respondió. Se basó en coger su libro de Laura Gallego y seguir leyendo.

Abrí la ventanilla del coche, ya que en Andalucía en estos momentos hacia más de 37 ºC y el aire acondicionado no daba a basto. La brisa, aunque algo caliente he de decir pero eso es mejor que nada, entraba con fuerza y me despeinaba la larga melena rubia, que en cuanto volviéramos a casa en tres días, me iba a cortar al menos un poco. Volví a echar un vistazo a mi hermana y recordé que aquel libro tenía un fuerte significado sentimental para ella.

- ¿Ese libro no te le habías leido ya? - la pregunte con la vista fija al volante.

- Si, me le he leído unas tres veces más pero la historia me atrae tanto y esta tan bien escrita que no puedo dejar de leerle - sonrió al girarse para mirarme. Se que me respondió eso para evadir la pregunta real, ¿Es el libro de papá verdad?. Ambas reconocimos y habíamos superado que nuestro padre nos había dejado. Ana tenía 11 años y yo 17 cuando se tuvo que marchar de nuestro lado. Rodrigo García Martín era un militar de las fuerzas aéreas españolas que pilotaba aviones de reconocimiento de la actividad enemiga pero claro sin armamento... ese fue el problema. El 17 de Abril de 2014, un año después de que se fuera a Siria, recibimos una llamada del Ministerio diciendo que había muerto en un ataque terrorista. Me perdí en su recuerdo durante unos largos minutos.

- Yo tambien le echo mucho de menos Leyre - Contestó cabizbaja y con la mirada perdida y triste. Decidí cambiarle de tema.

-Bueno, no es momento de andar recordando y ponernos melodramáticas. Ya casi hemos llegado a Málaga para disfrutar de estos 3 días. ¿Tenemos que visitar toda la ciudad no? Aparte de ver a ese Abraham Mateo que escuchas. - Ana me echo una de esas sonrisas suyas que tanto me gustan de ella. Es preciosa. Pero en todos los sentidos.

Seguimos nuestro camino en silencio por lo que los 30 minutos que quedaban se me estaban haciendo eternos. Pero algo no iba bien.

- Ana. agarraté bien y no mires al frente.

-¿Que pasa? - Pero no me hizo caso cuando la dije que no mirara hacía delante y ambas supimos lo que sucedía. Un camión de grandes dimensiones que por lo que se veía transportaba cargamento liquido, se dirigía haciendo eses por la carrete de doble carril haciendo que varios coches se salieran de la carretera o se estrellaran contra el quita miedos. Cuando me quise dar cuenta y reaccionar el camión se iba a chocar de frente contra nosotras.. Lo único que pude hacer fue girar de manera brusca. Pero fue demasiado tarde.

Besos del Olvido©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora