¿Escuchaste el rumor? El rumor sobre aquellos dos chicos que se querían más que a nada en el mundo y que eran lo único que se tenían. Porque eres alguien que me agrada, te voy a contar que si estás buscando historias con finales felices, esas están sucediendo en otros lados. Te sugiero leer algo más agradable, con amor bonito y del bueno. ¿No? ¿En serio? Pues vale. Entonces supongo que continuaré. Diría que te acomodes y disfrutes de la historia, pero siendo sincero, dudo que logres disfrutar algo tan lúgubre.
Amane iba caminando, estando ya cerca de su casa. Pudo ver que ya estaba atardeciendo. Buscó en sus bolsillos su llave. Sonrió al ver su llavero con forma de cohete espacial. Sin embargo antes de abrir la puerta Tsukasa resultó ser más rápido.
—¡Amane! —gritó él con emoción y teniendo una gran sonrisa—. Por fin volviste —y saltó para abrazar a su hermano con fuerza. ¡Amane, Amane!
—Tsukasa —balbuceó Amane teniendo que cargar a su hermano.
—¿Y cómo te fue con el castigo? Vamos, cuenta, cuenta.
Antes de siquiera abrir la boca Amane recordó con lujo de detalle lo que pasó. Tragó saliva al tener en la cabeza la imagen de los senos desnudos de Hayami. Teniendo la cabeza dando vueltas, entró a la casa y dejó su mochila junto a la mesa del comedor.
—No hice mucho. Me pusieron a lavar los baños y ya.
—Ya veo. Sin duda debió ser aburrido —suspiró Tsukasa—. Vamos a jugar juntos, como siempre hacemos. ¡Di que sí!
—Lo siento, Tsukasa. Ya es tarde y no he comido, hecho mi tarea o bañado. Siento que apesto por haber caminado hasta aquí —rio Amane rascándose la cabeza.
Tsukasa se encogió de hombros y torció la boca.
—Está bien —bufó—. Te dejaré para que termines pronto y podamos estar juntos. Aunque solo quiero decir que no hueles para nada mal. Hueles tan bien como siempre. —Tsukasa se acercó a Amane y le dio un largo beso.
—Gracias. Te quiero, Tuskasa.
—¡Yo más, Amane! ¡Muchísimo más! De aquí hasta la luna, no, no, no, de aquí hasta Plutón.
Amane hizo una risilla, acercándose para volver a besarlo. Puso su mano en su mejilla para acariciarlo.
Amane fue primero a comer algo, pudiendo sentir como su estómago rugía. Era lunes así que había de la comida que su padre les dejaba. Aunque ya estaba frio seguía oliendo delicioso. Apenas terminó fue directo al piso de arriba para tomar una ducha. Entro al baño y comenzó a desvestirse. Al quitarse la camisa recordó cuando estuvo con Hayami, como ambos se vieron con sus torsos descubiertos.
«Jamás había conocido a nadie así» pensó Yugi, sonrojándose un poco.
Se vio frente al espejo. Era bastante delgado, pero con forma, no siendo solo un costal de huesos. Se quitó los pantalones, pudiendo ver sus piernas ejercitadas por usar tanto la bicicleta. Por último se quitó la ropa interior, quedando con su pene al aire. Se quedó un rato mirándose al espejo. Pocas veces se detenía a mirarse de esa forma, más teniendo un gemelo que casi siempre veía desnudo. Su virilidad se lazó un poco, pensando en Hayami. Ya había visto sus senos y sus erectos pezones, pero ahora se preguntaba cómo sería el resto de ella. Llevó su mano a su entrepierna, tocando su miembro así como sus testículos. Respiró profundo y llevó ambos brazos a sus costados.
Caminó hacia la ducha y abrió el agua caliente. Comenzó a lavarse el cabello y a enjabonarse el cuerpo. Pasó el jabón por sobre su pecho para cuando sintió una mano fría tocar su pene.
—¿Qué? ¿Tsukasa, que haces?
—No pude esperar, Amane. Me gusta tocártelo cuando esta pequeño —rio, jalando el prepucio y apretando la punta—. También me gusta hacer que se ponga duro. En realidad todo tú me gusta, Amane.
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Amor y Tragedia para Dos (Amane y Tsukasa)
Fanfiction¿Escuchaste el rumor? Sobre aquellos dos hermanos que estaban solo, pero se tenian el uno al otro. Sin embargo en esta ocasión, no es necesariamente mejor o peor. Basado en Jibaku Shonen Hanako-kun