capitulo 7

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En algún lugar a las afueras de la ciudad, un hombre sonreía marcadamente mientras veía como sus sujetos de prueba iban mejorando casi se podía decir que mejor esos suegros que se escaparon y destruyeron todo su trabajo.

- queda poco para mi venganza Yuzu, Matsuri, Rose y Eiden, queda muy poco - el hombre sale del despacho satisfecho con los resultados.

Hasta que le avisan de una mala noticia unos de sus "ratas" como dice él.

- ¿se os escapó por ella? - pregunto con una sonrisa, ellos respondieron que si, al escuchar la respuesta su ira se desata y les da una paliza a los que fallaron - ¡gracias a él todo se puede ir a la mierda! - gritó y salió del lugar cuandodescargo su ira en esos "ratas" inútiles, dejándolos medio muertos.

'Esto no quedará así' pensó mientras se pensaba el pelo para atrás.

- dad la orden de que busquen al ese cabron - dijo a uno de alto cargo de allí - lo quiero muerto - finalizó con una mirada asesina que puso los pelos de punta al oficial al cargo.

...

Cuatro días más tarde nuestra rubia estaba en el despacho de la directora almorzando ya que era la hora, o eso se suponía que estaba haciendo porque comer comida no era lo que tenía en la boca.

- Yu-Yuzu~ - gimio nuestra ojos violeta en bajo mientras que una mano posaba en la cabellera rubia de bote de Yuzu y la otra tapaba su boca para no gemir muy alto - mmh~ ah~ ¡mhg! - suspiros y gemidos ahogados es lo que habían en ese despacho hasta que nuestra morena llegó a la corrida o clímax.

- estuvo delicioso, amor - dijo a ojos bosque mientras la mía sus labios.

- pervertida - dijo Mei al recuperar el aliento.

- y me quieres así - refuto y el dio un beso en el cachete/mejilla - me voy a dar clase, nos vemos amor - dijo y salió del despacho con una sonrisa y con más ánimos.

Dio las clases normal y al terminar se quedaba un rato para terminar unas cosas y salir a la par que su esposa.

Iban caminando para casa, está vez no trajeron coche porque querían dar una paseo, hasta que para un coche enfrente de ellas y las detiene - por fin te encuentro - exclama la pelirroja con cara de preocupación - Matsuri está en el hospital - dijo toda asustada.

La rubia al oír esto subió al coche con Mei y fueron directos al hospital.

Al llegar vieron a Harumin dando vueltas en la sala de espera y Cristina hablando con los doctores para ver cómo estaba su amiga.

- ¿Qué paso? - pregunto la rubia, la pelirroja negó con la cabeza y señaló a la tetonas.

- nos estaba ayudando com un caso y derrepente unos tipos salieron de la nada y sola...solamente la atacaron....nos dejaron en el suelo a mi h mi equipo pero a ella la cogieron y le dijeron algo que la hizo enfadar....nunca la había visto así....mató ados de esos hombres lo otros dos los dejo mal...pero escaparon....No sin antes dejarla muy mal herida...- dijo esta llorando, la pelirroja la abrazo fuerte aguantando las ganas de matar a todo el mundo, la rubia, bueno agachó la cabeza se puso las manos en la cabeza y empezó a llorar.

Unas lágrimas llenas dd tristeza, furia y inutilidad, por no poder ayudar a que se recupere.

Eiden entra y al ver a Yuzu en esa posición y con Mei abrazandola supo que era algo muy grabe.

Las horas empezaron a pasar, a las 1 am les dijeron que ya está estable y que sólo tenían que esperar para que pasará de estar en riesgo. Ya eran las 7:49 am, algunos estaban despiertos, otros dormidos y unos en casa descansando bien, esa era Harumin la que le tocaba estar en casa ya que ha estado aquí desde muy temprano.

Rose salió a fuera y vio un hombre de unos 47 o 46 años se acercó a ella con una sonrisa y le muestra unos cigarros, ofreciendoselo amablemente, ella acepta y saca su mechero, 'y pensar que lo había dejado' pensó está nerviosa.

- ¿esta muy mal? - pregunto el hombre mirando al cielo y con las manos en los bolsillos del pantalón, era otoño y hacia frío.

- ella estará bien - dijo al soltar el humo por su boca.

- lo se, ella es muy fuerte - dijo seguro, dejando confusa a la ojiazul.

- ¿como sabe que es mujer? ¿Quién es usted? - dijo esta tirando el cigarro y mirando amenazante al hombre.

- que rápido te olvidaste, pequeña - sonrió, y ella al escuchar eso dejo de estar en guardia.

- maestro, vaya que si es viejo - dijo con voz gastada y soltando lágrimas.

- me tengo que ir pero antes cuando despierte Matsuri dale estas pastillas, harán que se recupere antes y estar atentas, esto apenas es el comienzo - dijo antes de marchase y dejar las pastillas en la mano de Rose.

Entró al hospital, con el ceño fruncido, nunca se iban a librar de esa pesadilla andante, de ese infierno en las que las metieron a la fuerza y dejaron cicatrices que no podrán desaparecer nunca, ¿O qué? Se pregunto la pelirroja con rabia.




































Hola a todos espero que estén contentos con la historia si no lo están pues que hacen aquí leyendo, fuera.

Bueno dejando las tonterías, no actualizo por que no tengo inspiración y pues sin inspiración no se puede hacer mucho.

Espero que les haya gustado este capítulo. Adiós.

Días OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora