cap 9

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- Ver tu sonrisa -

Sus labios se curvan formando una sonrisa tímida, dejando sus mejillas y orejas rojas, sus ojos violetas brillan de una manera tan única que me enamora cada vez más.

- ver el cielo -

Cuando estoy a su lado dejo de revivir mis infiernos, cuando me hablas y me mima es como tocar el cielo y hace que me olvidé de mis pecados.

- la noche -

El cielo nocturno y la luna está en su mejor esplendor me da la mejor sensación tan relajante que me hace sentir que no hay nada illendo por mi espalda y me hace olvidar ese mal que me acecha como si fuera su presa.

Una cabellera hace aparición en la terraza pequeña del apartamento seguido por un cachorro - ¿en que piensas? - sus brazos le rodean la cintura.

La ojos esmeralda recuerda su cabeza en el hombro de la morena - en que esto no acabará si no lo paramos - soltó un suspiro sin querer tener que hacer frente a ese mal.

Los ojos de su pareja reflejaron miedo - estaré en tu lado en todo momento - expresó mientras sus brazos le rodeaban el cuerpo a la rubia.

- el infierno -

Yo el infierno me lo imagino en llamas y llenos de llamas, pero el infierno  se que en realidad no es así.

Es oscuro, lleno de gritos y reviviendo la misma pesadilla una y otra vez. Así era estar allí, la tortura no son las llamas, son pesadillas que tenemos de ese lugar.

Guardo el cuaderno en el cajón y lo cerró con llave. Salió de la casa con su amada a su lado y se dirigieron al hospital para recoger el demonio rosado - venimos a por Matsuri Mitsuzagua - dijo la rubia.

La enfermera dijo que esperarán un momento que ahora salía. Sólo pasaron unos minutos y Matsuri salió con ropa cómoda y acompañada del doctor.

- gracias - dijo la rosada al equipo médico y salió de allí acompañada de la pareja, entraron al coche y se dirigieron a la casa de su amiga - hogar dulce hogar - dijo está sentándose en el sofá.

La rubia la miro con una sonrisa - más tarde tendrás que ir a comisaría para declarar - explicó mientras le daba un vaso de agua.

Agradeció - si, ya lo se, Harumin llamo para recordarlo y decir como eran - explicó está cansada.

Cuando la rosada llego a la comisaria con una sonrisa demoníaca, entro directamente a la sala de declaraciones donde entraron minutos después el jefe de la comisaria - bueno descríbanos a los sujetos si es posible - exigió el jefe de policía.

Esta soltó una carcajada -  esta demasiado serio Jefe, bueno, uno era de 1,70 metro cabello castaño, corpulento, no vi si tenia tatuajes, el otro era 1,82 metros castaño también, estaba menos corpulento...uno era rubio natural, 1,67 metros era el más bajo pero tenia los músculos marcados pero no tanto...y el ultimo 1,69 metros cabello negro y no recuerdo más, intentaba mayormente matarlos para no morir - explico con una mirada sádica que daba miedo. el jefe se levanto y salio de la sala dejando la puerta abierta para dejar salir a Matsuri - me voy casa a descansar - dijo como despedida.

El jefe la paro - Harumin estará a su lado por temas de seguridad, y dos coche en su casa también - esta puso una cara seria por un segundo luego sonrió,  asintió con la cabeza y vio a Harumin en la puesta de la comisaria - y ustedes, ¡a buscar esa organización! - grito después de que se marcharan.

Llegaron al apartamento y Matsuri atrapo los labios de su novia desesperada mente, recordar a sus atacantes hacia que volviera a ser la misma persona cuando estaba encerrada en ese infierno, y no quería recordar nada de allí. Siguió comiendo los labios de la castaña que se lo de volvía con gusto, atrapo el labio inferior con las diente haciendo que la castaña jadeara fue bajando los besos al cuello hasta el pecho, donde le quito la camisa rápidamente, casi rompiéndola,  le quito sostén dejando libre los pezones rosados que al verlos dejo escapar un suspiro maravillada por el cuerpo de su novia, acaricio los pechos delicada mente. Harumin también decidió quitarle la ropa a su demonio rosado dejando ver sus cicatrices, se le salió un gemido al sentir pellizcos en sus pezones - eres hermosa - soltó la ojiazul en la oreja de su amante. Torturando un rato los pechos empezó a bajar llegando la cadera donde sus labios se encontraron con el borde del pantalones, se los quito y a la vez los suyos también, quedaron desnudas y la rosada empezó a dar placer a su amada.


Estaba cegado por la venganza y no vi el peligro que supone estarlo, me convierto en lo que no deseo ser y llega a un punto de no retorno donde recupero la sensatez en momentos de lucidez. Deseo morir pero no puedo, algo en esta vida me retiene a seguir y es lo que esta en mi naturaleza. Él hizo cosas que no puedo perdonar, me convirtió en algo que odio y pienso vengarme por ello.







hola gente aquí tenéis un capitulo nuevo

Días OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora