6 chicos diferentes uno del otro, asisten a "Forest High School", la secundaria más prestigiosa dentro de los limites, juntos se adentran en un misterio y consiguen un poder, o más bien maldición, una aplicación en sus teléfonos con forma de triángu...
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*Suena música rap*
Frank Lantern abre sus ojos, y lo primero que ve en el techo es un póster de Michael Jordán, coge su teléfono y no apaga la alarma, al contrario, lo conecta al sonido envolvente de su habitación. Se pueden observar póster por todos lados acerca del básquetbol, equipos, jugadores, desde Magic Jhonson, hasta Lebron James. Entra a la ducha cantando la música rap, moviéndose de lado a lado, bailando un poco. Luego de la ducha sale de su habitación.
— Buenos días hijos, te paraste temprano hoy — Dice Francis Lantern, el padre de Frank.
—Es el primer día papa, no se acostumbren — responde su hijo — se escucha a su madre reír un poco en la cocina
— Tu madre está de buen humor esta mañana jajaja
— Me doy cuenta, y Ronald ya se levantó?
— El señor Hammer sonríe — acaba de entrar a la ducha, me dijo que le prometiste que jugarían hoy.
— Si, en la noche jugaremos un rato. Mejor me voy antes de que se me haga tarde.
La familia Lantern, es bastante unida y correcta, se podría decir que son una familia feliz, todos tienen un objetivo, incluso su madre dejo su empleo en una firma de abogados cuando Frank nació, luego continuo de esa manera con su hermano menor Ronald, para poder cuidarlos, haciendo que su familia fuera más unida.
Frank solo toma un pedazo de pan tostado, y se sube a su Scooter, directo a la secundaria Forest, al llegar se encuentra con Luis, su mejor amigo desde niños, los dos son los mejores jugadores de básquet de la secundaria.
— Que paso Lebron, ¿todo bien? — habla Luis con gran emoción.
— Que paso Jordan, todo perfecto.
— Están lindas las niñas de este año, ¿ya te fijaste?
— Yo solo tengo ojos para una hermano — Dice Frank mientras cierra sus ojos.
— ¡Aaaaaaaa! ¿no me digas que ya estás enamorado de Olivia? ni siquiera le has hablando, nunca, jamás.
— ¡Hoy lo haré! ya verás.
— Luis solo ríe y lo observa con algo de pena — lo creeré cuando lo vea.
Ambos entran a sus clases, los dos se sientan en la primera fila, prestan atención, intervienen, se toman enserio sus estudios, porque al fin y al cabo, son "atletas estudiantiles" y esa es su meta fijada. Cuando llega la hora del almuerzo, Frank y Luis se sientan juntos, y no pasa mucho tiempo hasta que uno por uno de los jugadores regulares del equipo de Básquet en Forest se unen a ellos en la mesa.
— ¿Entonces Lebron? allá esta tu chica, ¿que es lo que harás? — vocifera Luis para que todo el equipo lo escuche.
— Voy a terminar de comer, e iré a saludarla. — habla Frank con la boca llena.
