— ¿Qué haremos si mamá y papá se enteran? Ya quitaron a la prima Andrómeda del árbol genealógico de la casa, ¿Que nos espera a nosotros si nos descubren? — dijo un preocupado Regulus a Sirius
— Nadie tiene por qué enterarse, todos están pendientes de la cena del abuelo, además iremos con el tío Alphard, creen que iremos por un regalo — dijo Sirius
Regulus miro dudoso a su hermano
— No quiero que te quedes sólo, por favor acompáñanos — insistió
Regulus se quedó un rato pensando
— Está bien — dijo aún no tan convencidoSirius sonrió victorioso, tomó a su hermano de la mano y ambos salieron de la habitación de Regulus para dirigirse abajo en busca del tío Alphard, bajaron las escaleras con rapidez, los huecos escalones de madera hacían un molesto ruido
— Por un demonio, no pueden bajar apropiadamente — gritó Druella la tía de los pequeños
Ambos se quedaron congelados girando a su izquierda, viendo de frente a la mujer, con esa mirada retadora y altanera que la caracterizaba
— Les estoy hablando, no saben de buenos modales jovencitos — dijo acercándose amenazante
— Esta casa es muy vieja, estos escalones hacen ruido aunque los bajes apropiadamente como tu lo haces, además Druella, son niños, no hicieron más que bajar emocionados por comprar un regalo para su abuelo — dijo Alphard desde la puerta de la cocina quien miraba muy atento
Druella se giró a el mirándolo con altanería, el se acercó lentamente hasta ella, quedando a centímetros uno del otro
— Además, te recuerdo que estás en mi casa no en la tuya y ellos no son tus hijos para hablarles con gritos — susurró Alphard
Druella lo miró con desprecio
— ¿Enserio quieres hacerte el paternal? Utilizando a los hijos de otros buscando llenar un vacío, no pudiste casarte, menos formar una familia, crees que con los hijos de otros compensara tu infortunio, aún vives en esta casa pretendiendo ser el sabio, a quien quieres engañar Alphard — dijo sonriendo retadora— Si, tienes razón, pero al menos yo no me casé con la finalidad de evitar la bancarrota, tampoco tengo hijos, pero si los hubiera tenido, no serían borrados del árbol familiar —
— No te pases de listo — dijo acercándose más
Cruzaron miradas bastante retadoras cuando se acercó Orión quien aunque no enterado pudo percibir el ambiente de la situación
— ¿Que sucede? —Aplhard sonrió una vez más con sarcasmo
— Nada, hablaba con nuestra cuñada de que iré con los niños por el regalo de mi padre ¿No es así? —Druella entrecerró los ojos y caminó a la cocina no son antes chocar su hombro contra el pecho de Alphard, Orión miró extrañado la acción
— Bueno, sera mejor que vayan ahora, deben estar aquí antes de las diez —Alphard miro a los pequeños
— Vamos niños —Los pequeños bajaron y se dirigieron a la puerta, Alphard avanzó tras ellos, aún con esa sensación de molestia, cerró la puerta de un azote, Druella aún miraba desde la cocina, Orión se giró a ella, recibiendo una mirada evasiva, el no tan interesado prefirió mejor entrar a la estancia sin decir más
— Vamos al siguiente andador — dijo Alphard
Regulus temeroso avanzó de la mano de su hermano girando constantemente a su casa
— No seas tan obvio Reg — susurró Sirius tomando a su hermano por sobre los hombros, Regulus aún estaba inseguro
Juntos avanzaron hasta la calle consiguiente, donde se adentraron a una especie de parque, algo solitario, eran las 7:00, casi nadie estaría ahí, Alphard guió a los pequeños a un conjunto de árboles, el olor a pasto impregnaba el olfato de los presentes, el sereno apenas iba cayendo, el rocío bajaba por las hojas de los árboles, mojando de vez en cuando los rizos de sus cabellos
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Los Merodeadores y tú: Segunda Temporada
FanfictionEl segundo año de los mellizos estará lleno de situaciones que pondrán a prueba su amistad, se descubrirán secretos que harían que la confianza se vea en duda, agregando el hecho de que la oscuridad comenzaría a plagar la vida de todos debido al asc...