Nunca me olvides | kookv

VIII

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— Se que serás un gran padre — dijo Seojoon y beso al menor.

— Y tu también, ¿Verdad Junghyun? — el peli-azul le pregunto al menor.

— Si — respondió feliz.

— ¡Hay viene la garra! — el peli-azul empezó hacerles cosquillas.

Ambos mayores empezaron hacerles cosquillas a los menores, estaban riendo, estaban los 4 muy felicites, y en eso Jungkook apareció, se quedo ahí parado viendo la escena.

La noche llego, ya habían pasado 3 días desde que Taehyung regresó, y aun no tienen un lugar donde estar, el pensó que quizás en la casa de sus padres, pero también pensó que quizás su novio no estará cómodo, además no cree que los dejen en paz, luego llego a el peli-azul la idea de ir al departamento, al fin y al cabo también es suyo, tal ves será un problema estar bajo el mismo techo con Jungkook y Seojoon, pero solo serán estos días, planea regresar a Francia.

— Wonwoo, iremos a mi departamento para descansar un poco — dijo el peli-azul mirándolo con un tono serio.

— Claro, yo los llamo si pasa algo — respondió con un tono tranquilo.

No pudo evitar ver el rostro de Jungkook al escuchar que iríamos a departamento, al menor le extraño que no dijera nada, tomaron sus cosas y salieron del hospital, Taehyung estaba por decirle a Seojoon que llamara a un Taxista cuando escucho que alguien les llamaba.

— Esperen, no es necesario que llamen a un Taxista, yo los llevo — dijo corriendo.

— No, gracias, nosotros nos iremos solos, pero muchas gracias — respondió el peli-azul con un tono serio.

— Vamos, nos ahorraremos un taxi — dijo obvio Seojoon.

Con un suspiro el menor asintió — de acuerdo, solo porque lo dices tú — musitó.

— Síganme — interrumpió Jungkook caminando hasta su auto.

Los 3 subieron al auto, el azabache condujo hasta el departamento, al entrar en él, no pudo evitar recordar todo lo que pasaron en este lugar, desde momentos que recordaran gratamente para siempre hasta momentos que quisiera que nunca hubieran pasado, Jungkook le miraba con ojos de desesperación, como queriendo decirme algo con la mirada, Taehyung sabía que era, pero no quería hacerle caso a sus miradas, que sacan el lado más incontrolable de si.

— Seojoon, ven conmigo, te enseñare mi habitación para que nos relajemos un poco — tomo su mano y empezaron a caminar rumbo a la habitación.

— ¿No quieres que le enseñe el cuarto de huéspedes? — pregunto Jungkook desde la sala.

— No hace falta, se quedara conmigo — respondió el menor sonriendo con un poco de travesura.

Miro como Jungkook apretó los puños, estaba enojado, pero no podría decir nada, estaba atado con miles de sogas a un tronco de madera firme.

Cuando entraron al cuarto del menor, este cerro con seguro, sabía que Jungkook entraría de la nada para ver que estábamos haciendo, en realidad Taehyung no planeaba tener sexo con el ahí.

— Iré a darme una ducha, si quieres comer algo, no dudes en bajar — le dijo el peli-azul tomando su ropa.

— De acuerdo — respondió el mayor con una sonrisa en su cara.

En cierta forma, se sentía triste por regresar a este departamento y recordar ese día, pero no pudo evitar recordar todo lo que pasaron en sus habitaciones, en la sala, en la cocina, en las escaleras, en todos lados, puede que sea un chico reservado y educado, pero una vez que Jungkook lo tomo, dejo de ser lo que era, sus besos y acaricias son una de las peores drogas que pudiera probar alguna vez, cuando las pruebas nunca puedes dejarlas.

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