IV

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Byounggon terminó de explicarle a Seunghun los detalles de cada cosa que necesitaba Hyunsuk. Que para suerte de ambos, no eran muchos detalles.

— Suk —le habló a su hijo—. Te vas a quedar con Seunghun —le explicó al pequeño.

— ¿Tío Seunghun? —preguntó con un tono tímido e inocente.

— Si mi amor, tío Seunghun —rodó sus ojos cuando el pequeño no lo miraba.

— Papi Seunghun —susurró Seunghun divertido.

— ¿Dijiste algo? —mencionó en tono de pregunta el mayor mientras hablaba con su hijo.

— No, nada —movió las manos—. Que cuidaré bien de Hyunsukkie

— No lo bañes tan tarde y trata de darle de comer una hora antes del baño, no lo saques al parque recién bañado y que no te engañe con sus ojos en el caso que quiera golosinas.

— Está bien, anotado capitán —mencionó y Byounggon lo fulminó con la mirada.

— ¿Algo más...? —se preguntó a si mismo—. Después de las ocho no está permitido que vea la televisión, aunque a esa hora ya creo estar en casa. En la mesa te deje dinero para que compres de cenar.

— ¿Sabes cocinar?

— Algo.

— Ok, eso es suficiente.

— ¿Algo más? 

— No, me iré al trabajo —tomó su bolso—. Si quieres pastel, come y recuerda no darle helado después de las siete de la tarde.

Eran muchas la especificaciones de Byounggon que le parecían algo absurdas a Seunghun, pero era normal en un padre sobreprotector, así que acataría todas las ordenes que le dio su ahora jefe.

— ¿Quieres ver televisión?

— Sí —dijo con emoción el pequeño.

— ¿Qué quieres ver?

— Quiedo ved Pododo

— Entonces veamos Pororo —se agachó a la altura del pequeño y se sentó en el suelo mientras tomaba el control y se metía a youtube para colocar la primera temporada de Pororo.

Sabía que a la mayoría de los niños pequeños les gustaba Pororo, así que esa era su técnica para entretenerlos todo el día y que no causaran problemas. Odiaba ese pingüino, pero se había acostumbrado a él ya que lo veía casi a diario por causa de su trabajo.

— ¿Tienes hambre? —preguntó después de un rato, Hyunsuk se veía tan entretenido que creyó que lo había ignorado.

— Sí, papá dijo que me harías de comed —mencionó sin despegar la mirada de la televisión.

— Sí pequeño —sonrió, pues Hyunsuk era un niño muy bonito.

Para Seunghun en realidad no era un trabajo ser niñero del hijo de la persona de quien estuvo enamorado desde hace años, al principio le dolió enterarse que el chico ya estaba casado, pero sintió algo de alivio al saber que era papá soltero desde hacía ya un año. Lo ponía triste el hecho de que Byounggon hubiese perdido a su esposa, no sabía la historia pero sabía que la mujer había fallecido.

Caminó hacia el pasillo observando las fotos en la pared, eran fotos de Hyunsuk la mayoría, en la mesa junto al sillón había una foto donde se apreciaba a la hermosa mujer, quien supuso era la esposa de Byounggon. En la cocina había una foto en la barra, era Hyunsuk junto a una mujer, era la misma mujer de la foto del sillón y supuso que era la madre de Hyunsuk. 

Se dispuso a preparar ramen para el niño, pues no sabía otra receta mejor que esa, tomó la sopa de la alacena y la preparó de la mejor forma para que ambos comieran. Lo preparó y lo sirvió caliente, espero a que terminara el capítulo de Pororo.

Mientras esperaba, decidió recorrer la casa, era algo grande, sí, para su gusto era perfecta, en las escaleras había fotografías de Byounggon joven y rió por ello, ya que Byounggon de joven había usado peinado de honguito. Más arriba encontró una foto de Yonghee y Byounggon, sonrió por ello ya que su mejor amigo siempre fue guapo, iba a recorrer más pero la voz aguda de Hyunsuk lo hizo bajar corriendo.

— ¿Qué paso? —preguntó mientras hiperventilaba por haber corrido.

— Es que no te vi por ningún lado y pensé que me habías dejado solo —hizo un puchero y Seunghun murió de ternura.

— Fui al baño Hyunsuk, no te dejaría solo porque tu padre me mataría —sonrió dulcemente—. Vente, vamos a comer —le dijo al niño y este rápido fue al lavabo, caminó detrás de él y lo cargó para que pudiese lavarse las manos.

— Papá dice que siempe debo lavarme las manos —dijo orgulloso.

— ¿Sí? Pues tu papá tiene razón, siempre hay que lavarnos las manos antes y después de comer, también lavarlas después de ir al baño.

— ¿Qué cocinaste?

— Cociné ramen y huevo para ti, cariño —sentó al niño acomodándolo bien para evitar que cayera y lo acercó a él—. Con cuidado que está caliente, sí.





Como es la FIX WEEK, haré un especial de Papá soltero.

1. Papá soltero [Gonhun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora