capítulo 13

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Llamada de Alison*

- ¡linda, voy para tu casa!- expreso

- aquí te espero- conteste

Fin de la llamada*

Pero que llamada tan más larga.

-  cielo, te hablan en la puerta - dijo mamá desde abajo y apenas en cuanto logre escucharla.

- Pásala- grité, continué laceando mi cabello. De la nada abrieron la puerta de la habitación.

- ¡ay! - rápidamente cerró la puerta de nuevo. No había caído en cuenta que estaba en calzones

- ¿era Andrea? –me pregunte confundida -quedamos en que yo la iba a recoger a su casa, eraella, si hubiese sido Alison ya me estuviera dando castigo sin importar nada -yo hablando sola

Bajé a buscarla, pero antes me vestí, tal y como pensé, era Andrea, estaba sentada en la sala con mamá.

La salude de beso en la mejilla, cuanta energía siento al tener contacto con ella, por dios.

Empezó a sonar la puerta- yo voy- dijo mamá. Andrea me decía algo de una mochila, pero era casi imposible concentrarme teniéndola delante.

-hola linda- dijo Alison desde la puerta, me acerqué a saludar -¡pero que chica más guapa!- expresé y ella atractivamente se dio una vuelta haciendo lucir su vestido.

-Alison: gracias, me aliste para ti - dijo con un tono sensual

-  ¿Quién es ella? -  preguntó Andrea

-Alison- dijo Alison dándole la mano, pero Andrea no la tomo.

- ¿Cómo dice que se llama? –comento Andrea dándole la espalda a Alison.

El ambiente se puso tenso en un abrir y cerrar de ojos - tú debes de ser Andrea ¿cierto?, Michelle me ha contado mucho de ti – habló Alison 

-Andrea: a mí no me ha contado nada de ti -dijo con un tono muy descortés, un tono que desconocía de ella - ¿¡por qué no pasas a tu amiguita!?- expresó Andrea 

- ¡claro, sabes que estás en tu casa! –expresé con una sonrisa

- ¿desea algo de tomar señorita? – dijo Andrea dirigiéndose a Alison.

-lo mismo que tomes tú- contesto Alison

-Andrea: enseguida vuelvo. – dijo dirigiéndose a la cocina

¡ay dios! Yo creo que esta mujer anda ovulando, pensé 

- ¿tu amiga siempre es así de celosa? - me pregunto Alison

-  no estaba celosa - dije entre risa.

-Alison: nomas tenía cara de gata en celo

En eso llego Andrea metiéndose entre las dos, quedando parada justo en medio, dándome la espalda el cul0 en otras palabras, con una copa de vino en cada mano - toma- dijo dándole una a Alison y la otra tomándosela ella. 

-las voy a dejar solas un momento para que se conozcan. – dije, en eso subí a la habitación para terminar de alistarme, me puse lo primero que encontré (unos jeans ajustados y un top negro) para no hacer esperar tanto a las visitas, agarré mi teléfono, un gloss y las llaves del auto. 

Saliendo de la habitación me encontré a Andrea afuera apunto de tocar, cerré la puerta por fuera y me recargué en la misma ya que no tenía para donde moverme, estaba rodeada por sus brazos – ¡estás preciosa, mi amor! – expreso, su mirada dibujaba un triángulo en el aire pasando por mis ojos y mi boca

- Gracias- dije intentando no chocar con su mirada, pues cada vez me ponía más nerviosa.

-Andrea: me tienes que prestar algo, porque ando en fachas como tú dices. – dijo seguido de una sonrisa

Abrí la puerta y la invité pasar para no chocar con sus labios, le señalé el armario, y le dije que escogiera y garrara lo que le gustara.

- te dejo para que te vistas más a gusto –dije retirándome

-Andrea: ¡no! ¡no! ¡no! - me tomo del brazo- quédate para que me digas como me veo – dijo, ahora confirmo que su mirada es trampa.

Sacó algunos cambios del armario dejándolos sobre la cama, momento después empezó a bajar su pantalón, en cuanto lo noté me volteé a otro lado.

-Andrea: ¿Cómo me queda?

-Yo: ¡muy bien!

-Andrea: me voy a probar este vestido ¿bueno? -Aprobé con la cabeza, me siento muy rara, pero rara de me van a explotar lo ovarios con esta mujer. -voy al baño- dije sin voltear a verla.

- ¿me ayudas? – pregunto. Me quede parada frente a la puerta del baño, dándole la espalda a Andrea.

-Andrea: se desabrocho mi bra ¿lo abrochas? o te da pena – su voz es tan seductora

-yo: ¡Andrea, estas semidesnuda! –exprese con la taquicardia a todo lo que da.

 Di media vuelta para hacer lo que me había pedido, ¡ay diosito dame fuerzas para no hacerle algo indecente!

-Andrea: no te quedes ahí parada, ayúdame.

Rotundamente me había quedado como tonta, me acerqué, ella también se acercó quedando con su trasero pegado a mí. Abroché su bra lo más rápido que pude para no morir de un infarto al miocardio.

Último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora