-𝔸𝕚 𝕂𝕒 𝕊𝕙𝕚𝕥𝕤𝕦𝕣𝕖𝕟-

PARTE 1/EL BARTENDER

-N. O.-

Rubén Doblas no es alguien que guste de salir a bares o fiestas, el chico prefería quedarse en casa y tener su propia fiesta con sus amigos más cercanos.

Sin embargo, aquel día estos le habían convencido de salir juntos a un bar que solían frecuentar cuando él no asistía.

Doblas no estaba muy entusiasmado, pues la vista que tenía de aquellos lugares no le gustaba demasiado.

Gente bebiendo hasta embriagarse, hombres y mujeres bailando con música a tope y ruido en cualquier lugar del establecimiento... No, aquél en definitiva no era su lugar favorito.

Había aceptado la invitación sólo porque sus amigos habían sido muy insistentes, ya que decían que tenía que celebrar el haberse mudado a un nuevo hogar, uno que finalmente llamaría suyo y que, además, el libro que había escrito había sido perfectamente aceptado.

Rubén Doblas era un escritor conocido bajo el alias de "Rubius", sólo unas pocas personas sabían acerca de su trabajo como escritor, y para él estaba bien así.

Se encontraban de camino al lugar, no se le veía emocionado, cosa que sus amigos notaron al instante, así que antes de llegar, le preguntaron si estaba seguro de asistir, pues tampoco querían que se lo pasara mal en aquel lugar.
Doblas les dijo que estaba bien, que quería festejar con ellos sus logros, así que sin más, continuaron a su destino.

Al llegar, Doblas entró siguiendole el paso a sus amigos, sintiendo al instante aquel disgusto por el lugar.
Aunque, debía admitir que se sentía algo sorprendido, pues no era para nada como se imaginaba que sería.

Sí, había música, y gente bailando, pero no estaba tan lleno de gente como se imaginaba que estaría.

- Si quieres irte dínoslo, después de todo estamos aquí para celebrar lo que lograste tú
Rubén.- Vale, vayamos a pedir unos tragos
- ¡Ese es el espíritu!

El grupo de chicos se acercaron a la barra, Rubén simplemente se relajó y decidió disfrutar de la noche.
Ya estaba ahí, no quedaba más que divertirse.

Tras un par de horas, Doblas se encontraba sentado aún en la barra, mientras sus amigos se habían perdido por algún lugar del establecimiento.

No, definitivamente aquél ambiente no era para él.

Llevaba tan sólo unos pocos tragos, pues no quería embriagarse ya que necesitaba volver a casa, por lo que decidió ser el responsable y no beber de más.

El chico miraba su móvil para distraerse, a pesar de que estaba aburrido, no quería arruinarle la diversión a sus amigos, se iría en cuanto se terminara un par de tragos más.

Rubén.- Disculpe ¿Podría servirme otro trago?

Preguntó al chico que estaba de espaldas del otro lado de la barra, parecía recién iba a comenzar su turno, pues hace un par de minutos no se encontraba ahí.

El castaño se giró, para después responderle.

- En seguida

Doblas guió su vista una vez más a su móvil, poco después, el bartender se acercó a donde estaba.

- ¿Quiere un trago de lo mismo?
Rubén.- Sí, por favor, no quiero beber algo demasiado fuerte... Tengo que volver a casa y llevar a mis amigos
- Entiendo, le serviré lo mismo, entonces

El chico comenzó a preparar la bebida, ante la mirada de Doblas.
Una vez terminó de prepararla, se la entregó a Rubén.

Rubén.- Gracias

La tomó y sin más se la bebió.
Le había encontrado un sabor distinto, no sabía por qué, aunque no le había disgustado.

Rubén.- Disculpe... - Dijo, llamando la atención de uno de los bartender.
-Dígame ¿Qué necesita?
Rubén.- ¿Sabe qué bebida es ésta...? Me la preparó el chico de allá- Responde, señalando sutilmente al castaño.
- Oh, si la ha preparado él, entonces no sé cómo lo habrá hecho... Suele hacer sus propias combinaciones, así que no podría decirle qué bebida le ha preparado
Rubén.- ¿Podría llamarlo, por favor?
- Sí, claro, un momento

El chico se alejó, yendo hacia donde su compañero, para que después éste se acercara a donde Doblas.

- ¿En qué puedo ayudarle?
Rubén.- ¿Qué clase de trago me preparó?
- ¿No fue de su agrado?
Rubén.- No, no, no es eso... Al contrario, tenía un sabor bastante bueno, por eso le he llamado... ¿Podría saber qué era?
- Lo siento, pero no puedo decirselo, es una receta secreta
Rubén.- Oh, entiendo... ¿Podría prepararme una más?
- Por supuesto

El castaño sin más, comenzó a preparar la bebida, ante la atenta mirada de Doblas.

Estaba curioso acerca de qué le había puesto a la bebida, pues de hecho, le había gustado bastante.

Hubo unas cuántas cosas que no tenía ni idea de lo que eran, por lo que simplemente se resignó a no saber lo que le ponía.

-Aquí tiene, que la disfrute
Rubén.- Gracias

Doblas tomó el vaso y sin más, se tomó la bebida.

No estaba demasiado cargada con alcohol, y no sabría describir con exactitud el sabor, simplemente sabía que le gustaba.

- No te había visto por aquí ¿Es la primera vez que vienes?
Rubén.- Sí, no suelo venir a este tipo de lugares...
-Oh, ya veo ¿Y qué opinas?
Rubén.- No es mi tipo de lugares... Pero no es tan malo cuando hay bebidas como estas- Responde, con una sonrisa
- *Ríe* Me alegra que al menos te guste lo que preparé para ti
Rubén.- Eh... ¿Samuel?.- Dice, leyendo el nombre que venía en la placa que llevaba el castaño en su uniforme.
Samuel.- Correcto, Samuel De Luque a sus servicios, joven...
Rubén.- Rubén, Rubén Doblas
Samuel.- Rubén, espero que pase una buena noche
Rubén.- Gracias
Samuel.- Y a qué se debe que estés por aquí
Rubén.- Vine con unos amigos, aunque los he perdido desde hace unos minutos...
Samuel.- Entiendo, debe ser algo aburrido que te hayan dejado a tu suerte ¿No?
Rubén.- Bueno, al menos ahora conozco una de las mejores bebidas del lugar, no es tan malo
Samuel.- *sonríe* Supongo que tienes razón... Tengo que trabajar, cualquier cosa, sólo llámeme y vendré de inmediato, joven Doblas
Rubén.- Sólo dime Rubén, De Luque
Samuel.- Entonces dime Samuel
Rubén.- Vale, Samuel

El castaño se apartó del lugar con una sonrisa, para seguir atendiendo a algunos clientes, mientras Doblas le miraba de vez en cuando, mientras hacía cualquier cosa con su móvil.

Tal vez los bares no fueran tan aburridos... Al menos no ese.