Staff [Yoonmin] {Omegaverse}

Extra +4. Lo siento...

El viento soplaba tan lento, tan hermoso, solo una preciosa brisa fue la que entraba y golpeaba el rostro de un pequeño omega, Min Jimin, quien se encontraba acariciando su gran vientre en movimientos circulares, miraba por la ventana como su esposo jugaba con sus cachorras en sus formas lobunas, sonrío sin más, quería formar parte de ello así que apoyándose por los soportes de su mecedora se pudo levantar.

—Ah...cachorro, cada día creces más—dijo en una risa, se calzó sus pantuflas de un curioso conejo rosa, tomándose por la espalda y vientre camino hacia las escaleras donde se sostuvo por el pasamanos para ir bajando mientras miraba los escalones.

El ya se encontraba en su segundo trimestre por lo que le costaba ver los escalones, iba por el tercero cuando su hinchado pie se torció haciéndolo tropezar más se sostuvo fuertemente del barandilla para no caer, suspirando se volvió a apoyar sobre sus pies bajando con más cautela pero en esta ocasión no logró ver el escalón lo que hizo que cayera y rodó por todas las escaleras hasta quedar tirado al final de estas.

Temblando recargó sus manos sobre el frío suelo para poder sentarse y sostenerse contra la pared pero pronto sintió como algo no estaba bien, reviso su vientre con miedo, varios moretones se habían colocado en su vientre suave y antes liso, ahora con bultos y un feo color rojo el cual cambio a morado en cuestión de segundos, se sentía débil, cansado y no entendía el porqué estaba mojado y pegajoso, miro hacia el suelo, encontrándose con un gran charco de color rojo se encontraba ahí, a su alrededor haciendo que se asustara en sobremanera lo que alertó a su esposo al parecer, pues pronto vino y al ver la escena dejó salir un gruñido enfurecido.

—Perdiste a mi cachorro, Park Jimin, lo perdiste, nunca te importo ¿Por qué lo mataste?—Yoongi lo miro con una expresión tan fría como la nieve y emtre cabeceos comenzó a negar.

—No...Yoonie, no lo perdí ¿Verdad que no?—Un sollozo se hizo presente, gritos de desesperación salieron de su interior buscando ayuda, no entendía porque no se sentía real, porque no podía tener a su cachorro sano, simplemente no lo entendía.

O no hasta que despertó siendo abrazado por su alfa, Min Yoongi, él sostenía el rostro de su omega sin entender el porqué había estado gritando pidiendo ayuda o la razón de su sudar, su mirada vacía, buscando con desesperación algo, no sabía que era, qué buscaba o no hasta que otro llanto se hizo presente en la habitación, uno más agudo, más desesperado, más infantil, Jimin volteo enseguida viendo como dos pequeñas manos junto a dos pies moviéndose con fervor dentro de una cuna a su lado, la cual era cubierta por un velo, un hermoso velo que caía desde la pared donde estaba siendo apresado por una corona, dorado, su color es dorado, el velo amarillo, la cuna blanca, un hermoso blanco, puro y lleno de inocencia, dentro de ella él cachorro con un traje color estampado de pollitos con un fondo blanco, se movían en todas las direcciones, se levantó hipnotizado por su llanto y entre temblores lo levantó para colocarlo entre sus brazos.

—Amor...¿Qué pasa?—Yoongi miro a su omega sin entender en absoluto de su comportamiento por lo que con cuidado se levanto para intentar tomar al cachorro para ayudar a apaciguar su llanto pero Jimin no lo dejo, en cambio, se aferró más al menor casi ocultándolo de su esposo.

—Nada, todo esta bien...ahora lo estoy—le sonrío para calmarlo mientras que dejaba salir su aroma para calmar tanto a su esposo como a su cachorro pero este último no pudo debido a un estruendo en la puerta de la habitación.

Una omega y alfa entraron a la habitación dando un golpe con la puerta a la pared junto a gritos histéricos preguntando por el estado del cachorro y padre aunque antes de terminar su pregunta habían recibido un golpe suave por parte del mayor ahí.

—Cállense, par de escandalosas—dijo el alfa mayor para sacarlas de la habitación dejando que su omega se encargase de su pequeño cachorro pues él tenía que calmar a sus dos cachorras con una pequeña explicación confusa de lo que sucedía pues ni él mismo sabía que pasaba.