DELTA [MewGulf] ADAPTACIÓN

05 - Olor

—¡No es justo Janis! Están buscando un alfa para Gulf...

—¿Y qué piensas que van a estar buscando, estúpida? ¿Una tortuga para que se aparee?

—¡No Janis! Pero me- ¡Auch!

—No me pegues, sabes que te la devolveré.

—¿Tengo que mandarlas a la mierda todos los días por esta puta máquina?

De nuevo ambas chicas lo miraron, Eye con un poco de miedo y Janis con fastidio, sin decir nada, se fueron, dejando que Mew sacara su lata de refresco para ir hacia la biblioteca.

—Buenos días, Suppasit —dijo la bibliotecaria.

Mew se acercó al escritorio para ver el nombre en la placa por primera vez en todo lo que llevaba en esa universidad.

—Nachjaree Horvejkul —dijo, más lento de normal, haciendo que la chica lo mirara con el ceño algo fruncido.

—Suppasit Jongcheveevat —dijo, de la misma forma que el castaño había hecho con su nombre.

—Un gusto —Mew sonrió, irónico, mientras extendía la mano hacia la bibliotecaria, pero la corrió rápidamente en cuanto ella fue a tomarla.

Mew rió, divertido, pero la alfa gruñó, acomodándose los anteojos con una expresión molesta en el rostro.

El castaño dió media vuelta para dirigirse hacia su sillón, dispuesto a dormir un poco, pero la voz de Cherreen lo hizo frenar.

—Veo que estás de buen humor hoy, Suppasit —dijo—. ¿Ese olor que llevas tiene algo que ver? na~

Confundido, Mew se giró para caminar de regreso hacia donde la chica estaba sentada.

—¿De qué olor hablas?

Cherreen lo miró como si estuviera bromeando, pero por la expresióón en el rostro del castaño se dió cuenta que no era así.

—Hueles como a caramelo —dijo—, es algo leve, pero puedo sentirlo igual, no sé, ¿tuviste una noche interesante? —preguntó con una sonrisa.

Mew no dijo nada por unos segundos, cayendo en cuenta que había dormido abrazando a Gulf y que el olor del omega se había quedado consigo.

Pensó que quizás, si Mew tuviera su olor propio no se notaría tanto.

—Corrígeme si me equivoco —dijo Cherreen al ver que Mew no iba a hablar—. ¿Una omega interesante en la noche?

Mew comenzó a sentir el nerviosismo en su interior, y un calor lo abrumó.

—¿Tengo razón? —preguntó Cherreen, alzando una ceja, sonriendo de forma victoriosa.

Mew reaccionó de golpe, encogiéndose de hombros.

—¿Y qué si fue así? —dijo, en todo defensivo, lo que hizo reír a la bibliotecaria— Tú tampoco hueles mucho a ti —dijo, inclinándose hacia ella de forma desafiante.

La chica rió.

—Porque no es un secreto que tengo a mi omega, Suppasit —dijo—, en cambio... No me esperaba eso de tí.

—¿Eso?

—Una omega, o un omega, no lo sé —sonrió.

Mew tomó un sorbo de refresco, su nerviosismo había pasado.

—Lo que haga durante la noche no te incumbe —dijo, de forma fría y para sorpresa de la alfa—, a menos que quieras ser parte de ella —añadió, con una sonrisa y un guiño.