Un último juego de colores

De vuelta

A la mañana siguiente me despertó algo húmedo en mi cara.
• Buenos días Nigou...- Cuando abrí mis ojos y pude ver bien del todo me sí cuenta de que había dos personas mirandome a parte de Nigou, me asusté tanto que me caí de la cama.
• Jack, Kei, joder que puto susto!!!
• Jajajaja jajajaja jaja
• Sí tú ríete Jack, espera que no te pille.
• Nathan, vamos, te daré el celular en el carro.
• Claro Kei, danos un momento para prepararnos.
• Te esperamos fuera.
• Ok, no tardó.
En 10 min estaba listo para irme.
Me quité el maquillaje del brazo que disimulaba mi tatuaje. Me lo había hecho cuando estaba borracho y con mi mejor amigo Nash.

Cogí a Nigou, salí de la habitación y me llevaron las maletas al carro.
• Vaya Nathan, ya no me acordaba de lo bien que te quedaba el tatuaje que te hicistes con Nash.
• Ya. Hacía tiempo que no lo dejaba ver.- Jack tenía cara de sorpresa y burla a la vez
• Nathan, subamos al carro, tu padre está súper emocionado por volver a verte.
• Ya voy Kei, nos vemos luego Jack.
• Hasta luego, voy a correr la voz.
• Jajajaja, lo sé que te conozco.
Subí al coche al cabo de una hora llegamos a mi casa.

Mi casa es excesivamente grande porque mi padre y abuelo así lo quisieron.
Me tienen muy mimado y eso me gusta pero... Me fui a Japón para disfrutar no tener tanto dinero y gozar de libertad pero... Adoro mi vida tal y como es.

Nada más posar un pie fuera del carro, mi padre se abalanzó sobre mí y mi abuelo detrás. No se separaron de mí en ningún momento, ni siquiera cuando Nigou les empezó a morder los pantalones y tirar de ellos.
• Jajajaja, hola papá, hola abuelo.
• Te hemos echado de menos hijo mío!!
• Y yo a vosotros!!