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--- Maldita lluvia, maldito Kim, estúpido coche barato, tonto trabajo perdido... --- las maldiciones seguían y seguían, una y otra vez sus problemas salían a la luz, cada vez que los recordaban parecían hacerse más grandes, muchos más de lo que ya eran ¿dónde estaba el interruptor del mundo para apagarlo? --- ... te odio vida miserable.

Si no lloraba ahora era simplemente porque sus lágrimas no permitirían ver la carretera y podría atropellar a alguien, a pesar de que no significaría mucho para la humanidad, de todas formas el mundo ya estaba sobrepoblado.

Alejó sus pensamientos psicópatas por unos segundos en los que el semáforo cambiaba permitiéndole el paso a su chatarra vieja, que era como le llamaba a su coche, comprado únicamente para satisfacer su curiosidad de conducir, aunque claro, esa era la respuesta que le daba a los compañeros de oficina, bueno, EX - compañeros.
La verdad radicaba en su terrible enfermedad, la pobreza.

Mirando con detenimiento la calle por la que transitaba se dio cuenta de lo vacía y solitaria que estaba, era uno de los lugares bajos de Seúl, pisó el acelerador y cambió la marcha, lamentablemente su chatarra no pensaba colaborar esta vez, el auto giró en sentido contrario, irrumpiendo en una avenida descuidada.

--- No, no, no, no... ahora no maldición--- murmuraba desesperado, la última vez que su coche hizo eso casi muere. Él no quería morir ahora, no en un coche tan feo y desgastado como el suyo.

Desesperado por retomar el control gira el volante con brusquedad hacia el otro lado antes de chocar con una anciana y su carrito de compras, lo que no esperaba era encontrarse con otro individuo más despistado que el anterior.

Un gato blanco y peludo cruzaba la carretera con una tranquilidad y elegancia que hizo desesperar al joven conductor, al momento de desviar el carro de nuevo el gato saltó asustado hacia un lado de la acera.

El ahora despedido secretario chocó delicadamente con un poste, aunque su auto era un desperdicio, tenía una buena resistencia, a penas salió con un rasguño.

--- ¿Por qué....? --- lloriqueaba sobre el volante, el universo parecía conspirar en su contra.

Un fuerte maullido se escuchó afuera, supuso lo peor, tal vez aplastó al gato y su cabeza salió volando, por eso le maulla desde el cielo de los gatos. O en cualquier caso solo estaba lastimado. Con ese horrible presentimiento salió apresurado, la puerta casi se cae por la fuerza ejercida, en medio de la lluvia, con los ojos entrecerrados debido al agua, buscaba al posible herido.

Lo encontró cerca de la llanta trasera de su maravillosa posesión.

Efectivamente, era el gato blanco que casi le cuesta la vida esquivarlo, extrañamente en su cara gatuna pudo reconocer una expresión de odio. Se sintió  intimidado por eso.

--- Hola gatito... --- sonreía falsamente, por dentro comenzaba a maldecir al animal también por formar parte de su larga lista de problemas --- Hum... parece gata --- susurró para si mismo sentándose de cuclillas a mirarlo más de cerca, el felino quiso escapar de dicho escrutiño pero el dolor en su pata solo iría en aumento--- así que sí te lastimé, lo siento gatita --- dijo pensando mejor las cosas, solo era un animal, no tenía por qué sufrir el descuido de un tonto humano.

Cuando quiso tomarla ya que aseguró que era gata, ya sea por su pelaje abundante o sus ojos azules, características comunes en ambos sexos, cosa que ignoraba porque no sabía nada de gatos. El felino arremetió contra el joven, los reflejos no le permitieron esquivar su ataque y se esperó lo peor, pero no pasó, recuperado de la impresión miró su brazo que solo recibió algo así como un manotazo, la gata no tenía garras.

--- Ah... pero que tenemos aquí, una gata sin garras --- empezó a burlarse --- ven, te llevaré a un veterinario, él sabrá qué hacer --- ahora con más seguridad tomó al animal en sus brazos procurando no tocar su pata izquierda.

Todo el trayecto el felino iba gruñendo, cada vez que el joven volteaba a su lado "la gata" le mostraba los dientes, unos pequeños incisivos gatunos debajo de esa nariz rosa. Era un animal curiosamente adorable pero gruñón.

[ººº]


--- Su herida no es tan grave, por ahora vendaré su pata para que pueda recuperarse más rápidamente, ya que si lo hace él mismo será tedioso --- dictaminó el doctor.

Dejando de lado las palabras del doctor de animales posó sus ojos en la bola de pelos, y parecía que este le regresaba la mirada, como retándolo. Había descubierto que era un gato macho, él juraba que era hembra, y también sabía que nunca estuvo cerca de un gato, su familia era muy estricta en el ámbito de las mascotas. Las reglas eran claras: "si entra un saco de pulgas y bacterias a esta casa, les quito el apellido y los dejo en la calle" . Su madre era tan linda.

--- TaeHyung ¿podrá caminar el animal? --- preguntó aún con la mirada en el susodicho.

--- Aquí el único animal eres tú --- espetó terminando de colocar la venda y acariciando al gato --- siempre andas distraído, arriesgando tu vida y la de otros, lo mejor sería que uses el transporte público, criminal.

Él entendía a TaeHyung, después de todo, los animales eran su pasión. Igualmente se sintió ofendido, su mejor amigo podía ser duro cuando de seres de cuatro patas se trataba.

--- Ni hablar, me compré esa carcacha con el objetivo de no volver a usar el metro o el autobús nunca más --- negó profundamente, para ser alguien de recursos escasos era bastante orgulloso.

--- Como tú digas --- suspiró TaeHyung dando mimos al afectado, él parecía disfrutarlo internamente pero no demostraba nada, ni siquiera ronroneaba o buscaba más  afecto como los gatos normales --- Por cierto, atropella gatos --- llamó la atención de su amigo --- tendrás que tenerlo contigo hasta que mejore, mi clínica está llena y no desocuparé una jaula hasta el mes siguiente.

--- ¡¿Qué?! No, jamás, mamá no me lo permitiría --- soltó asustado --- si el gato entra yo salgo ¡no quiero!

--- Tonto... ya no vives con tu madre, y ella está en Daegu con tu abuela, jamás lo sabría--- comentó aburrido --- se mejorará pronto --- trató de persuadirlo, tampoco quería que ese gatito quedara en la calle --- además es tu culpa que no pueda caminar bien--- complementó para por fin dejar que la consciencia de su rubio amigo le cayera como un balde de agua con hielo.

--- Es verdad, pero...

--- Nada de peros, pequeño delincuente --- le entregó una funda rápidamente--- Aquí está su medicina y esta es la comida de gato --- le pasó otra bolsa grande de croquetas y latas --- No tienes nada que agradecer--- le mostraba su sonrisa cuadrada---  cuando te paguen en el trabajo iré a cobrarte --- sonrió  cínicamente.

--- ¡Pero me acaban de despedir! --- exclamó tratando de ablandar el corazón del pelirrojo.

--- Entonces será mejor que consigas uno nuevo muy pronto --- habló cantarín antes de entregarle una jaulita transportable --- Y esto también caerá a tu cuenta, adiós infractor.

Sacó al chico rubio con una bolsa enorme en un brazo y en el otro un gato refunfuñón. Después de eso cerró rápidamente la clínica antes de que vuelva a reclamar algo.

Metió como pudo todo en el asiento trasero y se dispuso a ir a su hogar a llorar de impotencia.

Miró por el retrovisor como el gato gruñía y maullaba, según él, enojado.

--- Mira, gato --- habló viéndolo a los ojos --- de ahora en adelante seré tu dueño, tu dios, tu padre, tu puto amo, yo, Park JiMin, no me agrada la idea pero no tengo de otra sino quiero que TaeHyung me corte las pelotas ¿entendiste? --- Mantuvo su entrecejo fruncido y el rostro amargado.

--- Meow... --- ese, había sido un gruñido de clara molestia.

--- Lo tomaré como un sí--- afirmó con los ojos en la carretera y siguió con cuidado todo el trayecto, no quería más gatos gruñones en su vida.



Jennsug.

15 de julio del 2020.

Little Cat (YM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora