El Diario de Catboy, Primera parte

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Emmet: Se encontraba metiendo leños a su fogata cuando se percato de la presencia. —Oh, hola pequeñín. ¿Has venido por más fábulas? Bueno hoy les trai...— Se sorprendió y rápido nego con la cabeza. —¿Cómo qué no quieres fabulas? ¿Qué quieres algo más oscuro dices? Bueno tenía unas fabulas preparadas pero ya que insistes.— Caminó hasta su mesa de centro y se sentó en el sofá tomando un libro. —Este, es el diario de Catboy, lo conseguí de manera completamente legal.—

*~*~*

Alex: —Angel debemos irnos.—

Angel: —Si.— Dejó su diario y corrió hacia donde Alex.

Emmet: Entró por la ventana y tomó el diario de Angel volviendo a salir por esta.

*~*~*

Emmet: —Si... legal.— Abrió el diario casí a mediación. —Empezaremos por aquí, se ve interesante.—

☆~☆~☆

Hace dos años

Realidad XYZ

Catboy [Narrando]: —Bueno diario, aquí estoy de nuevo... en este edificio abandonado he logrado librarme de los zombies nuevamente... Al menos esta voz no tuve que sacrificar a nadie como aquella vez, realmente lamento eso... pero no tuve elección, en la manada había que sacrificar al más débil... aún recuerdo como comenzó todo, fue hace un par de meses. Yo estaba tan tranquilo una noche, cuando las alarmas empezaron.—

Angel: Escuchó eso y bajó corriendo a la sala. —¿Escuchan eso?—

Jose: —Eso no es lo peor, mira.—

Ambos se pusieron a ver las noticias.

Presentador: —Está noche en cambios... un gran cambio... realmente no se como informarles esto así que iré al grano. La segunda guerra mundial a empezado.—

Angel: —¿Gu-guerra?—

Catboy [Narrando]: —Y eso solo fue el principio del fin, la gente de mi calle entro en pánico y despidieron abandonar la ciudad... ¿Pero a dónde irían? Todo el mundo se estaba yendo al demonio, y todo esto por no dejarlo entrar a la escuela de arte.—

Jose y su esposa estaban preparándose para irse de su casa, al igual que los pocos vecinos restantes.

Angel: —¿Y a dónde iremos?—

Jose: —No lo se.—

Angel: —¿Y por qué nos vamos?—

A lo lejos pasos de personas marchando se lograron escuchar, por lo que todos se dieron prisa y entraron a sus autos, lamentablemente estos no prendían.

Jose: —Carajo.—

Betty: —¿Qué haremos ahora?—

Todos los vecinos bajaron de sus vehículos y empezaron a correr, entre ellos un matrimonio recien consumado con una bebé en brazos, la famila de Jose hizo lo mismo.

Angel: —¿De qué corremos?—

Jose: —Solo procura no mirar atras.—

Super A RE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora