Los Héroes que nadie quería

-Capítulo 2-La mujer de las sogas

Un autobús paró tras haber recorrido cerca de cientos de kilómetros, un trayecto largo que tardó en recorrer varias largas horas, cruzando entre los montes y llanuras de bosque que en Dakota del Norte eran muy extensos. Llevaba un buen rato, uno de los pasajeros de los tantos que había en el autobús, viendo que llegó a su destino, agarró su única maleta y bajo del transporte mientras agradecía al conductor.

Su parada era alado de un pueblo, bastante pequeño, no habían más de 54 personas ahí. Él entonces, lo primero que hizo fue ir a una cafetería local y comer, ya era tarde y tenía mucha hambre. Pidió unos bocadillos de carne y un vaso de cocacola. Y aparte, pidió al señor del local un café muy cargado.

En el lugar había también algunos oficiales, en total 3, que comían al igual que el chico. Estos 3 oficiales estaban realizando una investigación por la zona. No era difícil deducirlo, más aún si tomamos en cuenta, que este pueblo, tenía un problema grave en estos días. Una serie de desapariciones y asesinatos misteriosos, de personas encontradas colgadas en los bosques de toda Dakota. Y en este pueblo, en especial, en estos días han sido encontrados 4 cuerpos sin vida colgados.

Parece ser que no era un destino muy agraciado para los turistas, mucho menos una buena idea parar en aquel pueblo atemorizado por el misterio y el desconcierto.

-¿Un turista?- preguntó el dueño de la cafetería mientras le servía su café al viajero.

- Sí- le respondió al instante mientras dio un sorbo a su café- Vine a pasar un día por aquí, mañana me iré-

- Señor, ¿no sabe lo que está ocurriendo en estos días por aquí?-

-No, infórmeme- le respondió a su cuestión.

- Ha habido asesinatos, algunos dicen que es culpa de una banda, otros de una sola persona, pero otros, la mayoría, se creen que sea "La mujer de las sogas"-

- ¿La mujer de las sogas?- preguntó tranquilamente el chico mientras daba un mordisco a su comida.

- Dicen que una de las víctimas fotografió a la culpable antes de morir y que poseía la foto en su móvil cuando encontraron su cadáver. Pero eso es meramente especulación-

- Interesante...pero sin duda es mera especulación, podría haber sido una foto que ya tenía el joven en su teléfono de antes-

- Sí, ya sabe como son los adolescentes de ahora. Ellos se inventan numerosas teorías, por ejemplo, una de las tantas teorías que dicen, es que es el alma de una mujer que murió ahorcada por aquí-

-¿Ahorcada?- preguntó interesado, cosas tipo sobrenaturales lo atraían también.

- Verá, creó que fue hace 140 años, una mujer fue ahorcada injustamente en el estado de Dakota del norte. Dicen que es una venganza o algo así. En mi opinión, es solo una estupidez. Sería más creíble pensar que existe el demonio rojo- le comentó el dueño, mientras se iba a servir a otro cliente.

-Dificilmente me sorprendería, actualmente, nada me sorprende-

-En cualquier caso, ¿Aún así piensa pasar su noche por aquí?

-Sí, de todas formas es como dice, es solo superstición.

El sujeto terminó de comer, y le agradeció por haberle brindado una comida deliciosa con mucha modestia. Luego agarró su teléfono, y vió que tenía 4 llamadas perdidas de su jefe, y un mensaje que decía "¡¡Estás despedido!!". Era el quinto trabajo que perdía en un año, todo por ausentarse para ir a este pueblo. ¿Pero cuál era el motivo para venir?

Buscó el hotel más barato, cosa que no fue difícil ya que, en busca de clientela, habían bajado el precio los hoteles del lugar. Pagó por una noche de estadía en una habitación medianamente rústica, y dejó el maletín que tenía consigo encima de la mesa. Lo abrió de par a par, como si abriese una concha de mar. Ahí, dentro del maletín, solo llevaba un traje extraño, acompañado de dos bastones y alguno que otro artefacto.