El mal final en la vida de Athanasia se hace presente y un recuerdo olvidado que incluye a cierto mago de cabello azabache comienza a vagar por su mente.
❝Sólo quiero verte... Lucas.❞
→ lucas x athanasia fanfiction
→ capítulo único | one-shot
→ por...
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Había llegado el día, aquel fatídico día que toda su vida había intentado evitar. Aunque, como estaban las cosas en ese momento en específico esto no fue posible, el mal final y terminó para la vida de Athanasia se hacía presente.
El emperador de Obelia, Claude Day había sentenciado a su primogénita a muerte.
«¿Así terminará todo?»
Vestida con un desgastado vestido blanco, subió de forma lenta y pausada aquellos escalones que la conducirían hacia su final. Las cadenas sujetas a sus pies y manos resonaban en todo el silencioso lugar; cualquier espectador de tal escena podía ver a simple vista las marcas rojizas en la blanca piel de porcelana de la chica, producto de su forcejeo en soltarse de sus ataduras anteriormente.
Al estar frente a esa cuerda, elevó su mirada encontrándose con los ojos llenos de odio de su progenitor, esos ojos azules tan similares a los de ella, pero tan distintos a la vez.
«¿Por qué todo tuvo que terminar así?»
Uno de los guardias ajustó aquella soga en su cuello firmemente, para después soltar un diminuto perdón tembloroso.
—Terminen con ella, ahora —Claude dio la orden con ese tono venenoso en su voz.
Athanasia cerró los ojos aguantando las lagrimas que querían salir de sus orbes cristalinas e intento calmarse, ya no había vuelta atrás, sólo debía aceptar ese cruel destino que no pudo detener.
En ese momento, un recuerdo pasó por su mente, una memoria olvidada todo ese tiempo y una promesa con aquel chico de ojos color carmesí, ese pacto irrompible para los dos.
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La pequeña princesa de catorce años de edad observaba el cielo de esa noche estrellada acompañada de cierto mago como había sido de costumbre últimamente, aunque esta vez algo le había estado molestando desde hace unos días, provocando cierta inquietud al estar junto a él.
—Hey, Lucas —habló rompiendo el tranquilo silencio que se había formado.
—¿Qué pasa? —el chico la miro detenidamente invitándola a continuar, a lo que ella jugaba con sus manos nerviosa pensando en cómo formular su pregunta— Aunque pasen los años, ¿Tú seguirás a mi lado?