28 de marzo
El despertador sonó, sacando a Eijiro de sus sueños y trayéndolo otra vez al mundo real. ¿Otra vez había soñado con él? ¿Cuándo se iba a detener esta locura?
Se quedó sentado un minuto en su cama, recolectando los recuerdos del sueño. Estaban Katsuki y él en su habitación, escondiéndose del resto, mientras se daban un par de besos traviesos entre risas. Un suspiro pesado abandonó sus labios.
—Eijiro, ¿qué te pasa? —se preguntó a sí mismo.
Llevaba una semana teniendo ese sueño con algunos detalles que varían, pero en él siempre acaba besando a Bakugo. Si bien, algo más pasaba por su mente cuando estaba con Bakugo últimamente, no quería pensar en ello como algo más que un nivel más fuerte de amistad.
—Pero los amigos no se besan —dijo con voz quejumbrosa, mientras se tomaba la cabeza a dos manos.
—Kirishima-kun, te toca la ducha —Shoji le llamó la atención a través de la puerta.
—Voy —soltó, en el mismo tono desganado.
Sacudió su cabeza como para quitar los pensamientos de ésta y se dirigió al baño. La ducha calmó un poco sus pensamientos. Al salir, sabía que tenía que cubrirse con algo más que su toalla para ir a avisarle a Bakugo que era su turno.
—Estos días te tardas mucho —Bakugo estaba justo afuera del baño que compartían con Shoji en el cuarto piso de los dormitorios, esperando.
No solían hacer cosas así, generalmente esperaban algún aviso que indicara que era su turno, así se evitaban el susto y la posible vergüenza de alguien entrando al baño antes de que estuvieran listos.
—Lo siento, amigo —Kirishima sonrió algo avergonzado.
—No hay problema, pelo pinchudo —lo llamó por el apodo que le tenía.
Si cualquier otra persona lo llamara así se sentiría extraño, hasta ofendido, pero con Katsuki era distinto. Bueno, la primera vez que lo llamó por ese apodo fue muy molesto, sin embargo, ya habían pasado suficiente tiempo juntos como para que se acostumbrara.
La cabeza de Kirishima estuvo dando vueltas entre pensamientos de su amigo mientras se ponía el uniforme.
Se encaminó al salón de clases con la esperanza de tener algo más en su mente durante el día que no fuera Bakugo Katsuki. Las clases de la mañana pasaron sin mucha relevancia, lo único que llamó su atención fue que, a la hora del almuerzo, Midoriya casi choca con Kaminari mientras salían del salón.
—Imagínate si no se hubiera dado cuenta y lo asusta, Midoriya se hubiera llevado una buena descarga —comentó Sero mientras caminaban hacia la cafetería.
—Hey, no es tan común que mi quirk se active cuando me asusto —se excusó Denki.
—Entonces, ¿cómo explicas la descarga que me diste hace unos días cuando te sorprendí en la cocina? —inquirió Bakugo, un poco enojado aún por el incidente.
—¡Ya te dije que estaba medio dormido y tenía las manos mojadas!
Kirishima soltó una risa al igual que Sero, mientras Bakugo seguía tratando de que Kaminari le diera la razón. ¿Qué fue lo que vio en él? L estaba gritando a su amigo, pero las mariposas en su estómago seguían ahí. En el fondo sabía que Katsuki no era malo, así que miraba más allá de los gritos y enojos de su amigo. Detrás de todo eso, había un chico verdaderamente dedicado, de voluntad fuerte, un...
—Tierra llamando a Kirishima, ¿Eijiro Kirishima? —Bakugo lo estaba mirando, notó un poco de preocupación en sus ojos—. Ya es tu turno.
"Espera, ¿acaba de llamarme por mi nombre? ¿Al fin me hizo caso?" Pensó Kirishima, quien solía insistirle a Katsuki que podía tomarse la confianza de llamarlo Eijiro.
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「 re-do 」 kiribaku
Fanfictionen el que algo extraño pasa con el tiempo, los días se repiten y Kirishima no tiene idea de qué ocurre. mini-fanfic.