「 re-do 」 kiribaku

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—No me estás tomando el pelo, ¿verdad? —respondió Kirishima, con sus ojos abiertos como platos.

—Compruébalo tú mismo —Bakugo levantó su celular para mostrarle a su novio la fecha que aparecía en la pantalla.

"Viernes, 29 de Marzo"

La sonrisa que apareció en la cara de Kirishima era brillante, pero duró sólo unos segundos, pues su vista dio luego con el número más grande, sobre la fecha.

"7:50 AM"

La hora de entrada a clases en UA es a las 8:10 AM, y todavía faltaba que ambos chicos se ducharan y vistieran para irse a clases.

Kirishima salió corriendo de la habitación de su novio, sin mirar antes si alguien estaba mirando en su dirección. Bakugo se asomó por la puerta para verificar que nadie lo hubiera visto, y al ver el pasillo vacío, entró para dejar todo tan listo como pudiera antes de que le tocara ducharse a él.

A pesar de los esfuerzos de los dos por apurarse, llegaron 10 minutos tarde a la primera clase y recibieron un regaño por parte de All Might, quien estaba empezando su clase en ese momento. Aunque fueron regañados, ambos sintieron alivio por saber que esto no había pasado antes, todo era nuevo.

Kirishima se sentía estupendo ese día, luego de lo que le pareció una eternidad, podía ser él mismo otra vez, podía estar tranquilo y hablar con sus amigos como había deseado todo este tiempo.

—Hoy no nos abandonarás, ¿verdad, Kiri? —le preguntó Ashido mientras iban, con sus trajes de héroes puestos, hacia el ground beta a entrenar.

—¿Qué hay hoy? —preguntó Eijiro.

—¿Ya lo olvidaste? Hoy tenemos acampada en el espacio común de los dormitorios. Vamos a ver películas —le recordó Mina, animada.

—Lo planeamos la semana pasada —agregó Tsuyu, que estaba caminando junto a su amiga.

Kirishima miró de reojo a Bakugo, que estaba unos metros a su derecha hablando con Sero. Ambos sonrieron. Les hacía gracia que la semana pasada para ambos había ocurrido hace mucho más tiempo.

—Ah, cierto. Lo había olvidado —respondió Kirishima—. Pues no puedo faltar, casi nunca hacemos cosas así.

El entrenamiento pasó sin percances. Sus compañeros notaron la euforia extra que tenían Eijiro y Katsuki, a lo que respondieron que era solo porque tuvieron una buena noche de sueño.

Más tarde almorzaron, al fin algo distinto, y tuvieron el examen de Japonés Moderno. Bakugo y Kirishima fueron los primeros en terminar, y pudieron volver antes a los dormitorios ellos solos.

—Se siente extraño —reflexionó Bakugo en voz alta—. Por un momento pensé que iba a vivir atrapado en ese día toda mi vida.

—Pensé lo mismo —contestó Kirishima—. Estoy muy feliz de haber vuelto a la normalidad.

—No es exactamente la normalidad de antes —dijo el rubio—, pero no me quejo, ¿sabes?

Bakugo se inclinó sobre Kirishima, poniendo su cabeza en el hombro del otro por un momento mientras caminaban, para luego pararse derecho otra vez.

—Debo admitir —dijo Kirishima, un poco sonrojado con las acciones de su novio—, que nunca pensé que tuvieras un lado tan... Tierno. Ya me gustabas un montón sólo conociendo lo que le muestras a todos los demás.

—Sólo me nace ser así contigo —Katsuki sonrió suavemente—. Eres diferente. Siento que me entiendes mejor, no a medias.

—Pues es un honor —dijo Eijiro, nadie le podría quitar la sonrisa que tenía en su cara.