Capítulo 40. "Reconquistarla"

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Rami.

Hundi mi cabeza sobre la almohada una vez más. Negándome a despertar o levantarme de la cama. Sentí muy en el fondo de mi que todo se había ido al carajo, de nuevo.
Cuando Laila volvió a la ciudad creí vagamente que lo había hecho por mí. La carta que me entregó su madre tardíamente no salía de mi mente ni de mi bolsillo. Así como ella no salía de mi corazón después de tanto tiempo. Tiempo en el que el sufrimiento de mi amigo me mataba a cada minuto. Me propuse a mi mismo arreglarlo. Si una vez pude juntar a Ben y Laila ahora también podía. Con la diferencia que yo amaba a esa mujer, y ella a mí. Bueno, en algún momento lo hizo. ¿Tendría que decidir de verdad sobre mi felicidad o la de mi amigo?
Primero elegí la suya, después la mía, justo cuando ya no podía hacer nada. Perdí a Laila, de nuevo.

-Despierta dormilón.-dijo Ben golpeando mi espalda con una almohada.

-Estoy disfrutando este colchón. La cama de la prisión solo es un pedazo de cemento.-dije aún con la cara oculta. Ben soltó una carcajada.

-Me llamó Harley. Organizaron una salida a la playa. Ella, Laila y su amigo Jung. Quieren que vayamos.-me incorporé de inmediato. Le lancé una mirada a su rostro sonriente y relajado. Parecía el mismo Ben de antes: sonriente, juguetón y optimista.

-¿Tú quieres que yo vaya?-pregunté confundido.

-¡Claro! Eres mi mejor amigo. Además no sería justo por nuestro acuerdo. No puedo tomar ventaja injustamente.

-Sobre eso Ben... no creo que sea bueno seguir con la apuesta.

-No es una apuesta. El que se quede con Laila es el ganador, no hay otro cosa de por medio.-lo miré todavía inseguro. Que siguiéramos compitiendo por Laila era muy estúpido. Creí que Ben sería el primero en entenderlo pero no era el mismo de antes. El chico centrado y correcto. Ahora ese era yo.

Tuve la idea simple de hablar con Laila y hacer que decidiera por alguno de los dos. Aunque tampoco era muy justo para ella ponerla en esa situación, no quería lastimar de nuevo a mi mejor amigo. No obstante si le dejaba el camino libre con ella de nuevo, me arrepentiré de haberlo hecho y en un arrebato seré capaz de volverlos a separar.

****

A las cuatro de la tarde Ben aparcó su auto en la playa de Santa Mónica donde habíamos acordado ver a las chicas y a su amigo. Sacamos algunas cosas de la cajuela y nos adentramos a la playa.
A unos metros de distancia, una chica rubia comenzó a hacernos señales.

-¡Hola, aquí estamos!-.gritaba Harley con una sonrisa. Parecía ser que por la noche se dedicó a volver a su tono habitual de cabello.-Estábamos esperándolos. Morimos de hambre.-continuó diciendo una vez llegamos con ellos.

-Te ves linda con tu color natural.-dijo Ben.

-¡Gracias! Oh Laila y Jung fueron por más hielo, el nuestro se derritió muy rápido.

-Trajimos reservas.

-¡Excelente!-.deje que ellos conversaran mientras acomodaba las camas de playa y las sombrillas para protegernos. Luego saqué una cerveza de la hielera y di muchos tragos largos. Moría de sed.

-Hey, amigo, deja un poco.-bromeó Jung llegando a nuestro lado con una bolsa de hielo. Detrás de él apareció Laila.
Jamás creí que se mirara tan atractiva con el cabello alborotado y el rostro limpio. Sus mejillas, sus labios y sus ojos eran tan bellos al natural. La sencillez de su vestimenta le daban el protagónico a su lindo y delgado cuerpo bronceado. 
Era la mujer más hermosa de toda la playa.

Dejé la cerveza mientras miraba a Ben saludarla con un beso y un abrazo corto. Ella sonrió y cerró los ojos unos segundos al hacerlo.

-Hola, Rami.-dijo simplemente hacía mí. Yo me quedé estático y ella tampoco se movió. No hablé porque las palabras no salieron de mi boca.

-¿Vamos a comer?-.irrumpió Harley.-Hay un puesto de hamburguesas en el lado Oeste. Tenemos que hacer pedido porque esta abarrotado de maldita gente.-se quejó y Jung se rio.

-¿Por qué no van tú y Rami?-.dijo Ben.-Laila y Jung ya fueron por el hielo y yo puedo ir por bebidas.

-Genial.-dijo la rubia. Tomó mi mano y literalmente me arrastró por la arena donde casi tropiezo.

-Espero que tengas un plan.-murmuró mientras caminábamos al puesto.

-¿Un plan?-.exclamé confundido.

-Si. Un plan para reconquistar a Laila. Por lo que veo Ben está dispuesto a recuperarla y ella a darle una oportunidad. Pero tu eres Rami Malek. El amor de su vida.-nos detuvimos en la fila del puesto.

-¿Lo dices en serio?

-Ella volvió por ti.-me miró.-Solo está esperando que le digas la verdad y le pidas perdón.

-Pero ella ya sabe todo ¿no es cierto?-.rodó los ojos.

-¡Si! Pero necesitas confesárselo tú.

-¿Y qué si me odia? Tu viste como me saludó hace unos minutos.

-Pues tienes que arreglarlo tú. ¿Acaso no eres hombre?-.dijo irónica.

-¿Cómo le hiciste para que te perdonara? Ahora parecen ser las mejores amigas.-dije interesado.

-Le pedí perdón y me mostré realmente arrepentida. Laila es una gran chica, como amiga y como novia es gentil y se preocupa por los demás. Temí perderla y en mi camino encontrarme con alguien tan perra como yo y que me jodiera la vida. Aunque se que lo merezco y algún día sucederá, quiero tener a Laila cerca cuando eso suceda.-la miré unos segundos en silencio.
Jung y Harley estaban dándome una lección. Cada vez estaba más dispuesto a hacer lo correcto y a luchar por el amor de Laila.

Últimamente me pasaba eso. Me motivaba en un segundo. Me planteaba hacer lo que fuera para recuperar a Laila pero en seguida sucedía algo que me hacia caer de picada hasta abajo. En esta ocasión fue al volver a la playa y buscarla, se encontraba en la orilla del mar, abrazada de Ben besándose.

Cuando era tu hombre 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora