Capítulo 8: Ángel guardián

492 53 7
                                    

- "Sylvie: Gracias, muchísimas gracias por todo lo que estás haciendo por mí... No sé que hubiese pasado si no llego a conocerte... Gracias a tí, esos malos recuerdos se van disipando poco a poco... Por favor, nunca me abandones..."

- "Berna: De nada pequeña, me alegro un montón por escucharlo y tranquila, nunca te abandonaré, te lo prometo..."

Hacía ya una semana desde aquel momento, y todo ese tiempo hemos estado divirtiéndonos, enseñándole nuevas cosas de la vida, comprándole ropa nueva, cuidándonos el uno al otro... Simplemente, haciéndola feliz.

Una mañana, desperté un poco tarde porque el día anterior, tuve mucho trabajo como doctor hasta las tantas de la noche atendiendo a los pacientes. Seguía bastante cansado, pero decidí levantarme de la cama, vestirme y salir del cuarto.

- *Bostezo* ... Madre mía, menuda noche tuve chaval... Pero bueno, es mi deber como doctor... (Pensando) 'Voy a ver como está Sylvie y disculp-'

Mientras que iba pensando en lo que iba a hacer, estaba yendo al salón cuando vi a Sylvie sentada con el desayuno puesto en la mesa, y nada más verme sonríe y dice:

Sylvie: ¡Buenos días Berna! He hecho el desayuno mientras dormías. Estaba a punto de ir a tu cuarto para levantarte, pero veo que no hace falta jejeje

Sorprendido dije:

Berna: O-ohh... Buenos días Sylvie. Ya veo, gracias. Siento haberme despertado más tarde, estaba hecho polvo por lo de ayer. -acabé disculpándome.

Sylvie: No te disculpes, es tu trabajo. Es normal que alguna que otra vez termines más tarde, no te preocupes por eso. Mientras que tengas tiempo para mí... jejeje

Berna: V-vale, gracias... Emm... ¿Desayunamos?

Sylvie: Síp.

Con eso, empezamos a comer y durante ese rato estaba, extrañamente, ruborizado y pensé que era por la conversación previa. Por cierto, ella hizo unas tortitas con mantequilla por encima, justamente la comida que yo pedí para ella en la cafetería hace una semana. Le gustó tanto, que lo ha hecho aquí para desayunar.

Sylvie: Y... ¿cómo están? -dijo un poco nerviosa.

Berna: Muy rico jeje, veo que has mejorado mucho cocinando, me alegro. -sonreí.

Sylvie: Gracias Berna... -dijo ruborizada.

Como dije, en esa semana le enseñé un par de cosas, y una de ellas fue cocinar. Un día mientras estaba revisando informes de los pacientes, Sylvie me llamó para que le enseñara a cocinar, así que en las horas de la comida (desayuno, almuerzo y cena) estuvo conmigo en la cocina observando y enseñándole en cada momento. Ella más tarde copiaba mis movimientos y tenía algunos errores, pero cada vez que ella lo intentaba iba mejorando y con creces. Cuando vi que ya empezaba a pillarle el tranquillo, le dije una propuesta, y es que por turnos haríamos las horas de la comida cada día. En plan: Sylvie el desayuno, yo el almuerzo, etc. A ella le gustó mi propuesta y así hasta ahora.

Terminamos, y le agradecí por la comida. Recogimos, y fuimos a la cocina a lavar los platos y cubiertos, pero ella me paró diciendo:

Sylvie: Tú descansa, yo me quedo aquí lavando los platos.

Berna: No te preocupes pequeña, quiero ayud-

Sylvie: Tranquilo, descansa un poco. Yo también quiero ayudar, de verdad. Con todo lo que estás haciendo por mí, te lo mereces. Luego cuando termine estaré contigo. -sonrió cariñosa.

Bring Back The Love - Teaching Feeling (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora