❝Agobiamiento, estrés, amor, cariño y ahí estás tú o talvez no. Solo esta vez, dejemos llevarnos sin preocuparnos.❞
「¿Qué pasaría si Stray Kids realmente no fuerna Idols? Sólo con una profesión convencional y no tener que preocuparse más que por sí...
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–Doctor Seo– Se acerco un joven con vestimentas azules, las que se necesitaban en un quirófano para ser específicos.
–¿Qué sucede?– Preguntó el antes mencionado mientras bebía su taza de café y miraba al chico enfrente suyo.
–Lo necesitan en el quirófano A4419, una mujer se esta desangrando–
En ese momento Seo no lo penso más y salió corriendo de su consultorio para llegar lo más pronto posible al quirófano, era su trabajo y no podía dejar que un error de retraso matará a alguien, no podría lamentarse si eso sucedía, anteriormente había sucedido para algunos de sus compañeros de trabajo pero el nunca lo había vivido y no quería hacerlo, no podría vivir con el peso de saber que alguien murio estando en sus manos. Se preparó con el debido cuidado y medidas de higiene además de psicológicamente ¿por qué no? Entro y su equipo de trabajo lo esperaba ya, camino hacía donde estaba el cuerpo una mujer de por lo menos más de 50 años de edad, aún con eso, era seguro que se salvase si se hacía una buena operación, y ahí estaba Seo, uno de los mejores cirujanos no solo de el Hospital Light si no de Corea, haciendo todo lo posible por salvar a la mujer, lo único que le mencionaron sobre ella su apellido "Lee" no quiso indagar más porque necesitaba llegar y actuar lo más pronto posible.
La operación realmente fue algo tardada, se trataba de un miomas, era peligroso porque estaban creciendo y podía empeorar si no se operaba antes, pero estaba habiendo exceso de sangre eso indicaba que posiblemente alguno había reventado y eso complicaba las cosas, apesar del tiempo que demoró, Seo lo hizo, una exitosa cirugía más y eso le alegraba, salió dejando reposar a su paciente y ahora debía darle la noticia a sus familiares en este caso solo había uno, un chico probablemente más joven que él, el cuál intuyo que era su hijo, él poseía pecas y unos lindos ojos color marrón, si se lo preguntaban a Seo le parecía bastante conocido, no sabía si era alguien famoso o simplemente se lo habia topado por la calle alguna vez, el chico rubio platinado se acerco a el azabache con bastante preocupación.
–Doctor, mí... Mí madre ¿Cómo está?– El chico precoso tomaba de los hombros al más bajo, hasta que se dio cuenta de la brusquedad de sus actos y rasco su nuca algo avergonzado, no se le culpaba pues quién no estaría preocupado en una situación así.
–Ella esta en reposo, la operación fue exitosa– dijo el más bajo con una sonrisa en el rostro, más que nada para transmitirle seguridad.
–Muchas Gracias– el de pecas se tiro al al piso de rodillas, casi con lágrimas en los ojos y juntando sus manos en señal de oración, Changbin algo extrañado lo miro y le ayudo a levantarse posteriormente –Como agradecimiento me gustaría invitarlo a comer a mi restaurante– Así que de ahí provenía ese rostro tan familiar, aquel Chef australiano, del que ya había oído hablar, incluso por esa razón el apellido Lee le era tan familiar, aunque para ser sinceros Lee es uno de los apellidos más comunes en corea.
