𝕻𝖗𝖔́𝖑𝖔𝖌𝖔

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Mi mirada atenta a los golpes de mi contrincante. Me encontraba expectante ante cada golpe tratando de esquivar. Pero fui ilusa y me deje caer haciendo que me retorciera entre ella tratando de evitar que hiciera la llave. Cuando el árbitro lo noto rápidamente nos separó.

Aquello había sido muy frustrante. Tan solo tenía que patearla lo suficiente. En cuanto a mi también había recibido golpes, no me habían causado tanto daño como a ella. Pero ella en golpes eran mayor y me había tirado tres veces.
Creía que podía llegar a ganar. Pero no estaba a mi favor. Cuando el árbitro se paró para indicar quien ganó. Sentí que no tomo mi brazo para indicarne como la ganadora. Me sentía de verdad frustrada.

Luego de que ella festejará, nos acercamos y saludamos. Supuse que se lo merecía. Pero en verdad quería ganar. Aún así no me rendiría ante nada. Yo siendo joven tengo mucho más futuro y no me dejaré caer.

Cuando ya todo terminó y pude ducharme. Logré relajarme. Mi entrenador estaba algo mal porque perdiera ya que lo había hecho muy bien. Aún así no me desalentó, fue muy motivador para que nos encontramos en la otra semana y entrenar.

Cuando salí de allí el me llevo a casa, la cual es de un barrio pobre de la ciudad de New York. Vivía con mi mamá y mi hermanito. Mi mamá nos mantenía a nosotros con el dinero que recibía como mucama. Se podría decir que estábamos bien, aunque muchos creyeran que no. Yo también tenía un trabajo como mesera en un lujoso restauran. A parte de que con los combates que había comenzado a tener hace poco ganaba dinero. Quería ganar aún más para comprar un departamento en el centro de la ciudad o una casa para nosotros.

Al llegar el entrenador Bill me saludo para que luego yo entrara al departamento. Cuando entre, se escuchaba todo tranquilo.  Me fui directo a ver en living y se encontraba mi hermanito Bruno en la mesa. Cuando me vio fue directo a saludarme.

—¡(Tn)___! ¿Cómo te fue con la pelea? ¿Ganaste?— pregunto ansioso. Baje mi vista para luego responderle:

—La verdad que muy mal. No gane... Pero sabes que le di unos buenos golpes— dije en tono de burla.

El pequeño se decayó pero al primer en ese tono, hizo una pose de lucha. Cómo si estuviera desafiandome.

—¿De verdad? ¿Le diste unos buenos golpes en la cara? Y... ¡La patada lateral!—grito en forma exasperada. Yo le seguí el juego mostrándome atacante.

—¡Claro que sí! Una gran patada— dije mientras la ejecutaba.

Mi hermanito a pesar de la noticia mala. Se entusiasmo por haberle dicho eso. A él le gusta mucho verme luchar y también me dolía imitar.

Cuando ví que se fue alejando para ir a su cuarto. Encontré a mi madre acostada dormida en el sofá con los auriculares. Se veía muy cansada así que no la desperté, tan solo la dejé allí descansando. Mientras que yo iba a la cocina para preparar la cena.

Holu gente! Hasta aquí el prólogo para el primer capítulo será más completo

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Holu gente! Hasta aquí el prólogo para el primer capítulo será más completo.

Espero que les haya gustado, ya que quería probar algo nuevo con la rayis. Bueno en realidad puede ser que esto ya lo habrán hecho en otras fanfics y yo ni enterada. Me refiero a que la rayis no sea la típica chica con buen estatus social.

Así que nada~ muchos besos y abrazos de mi parte.💚💚🐢

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2020 ⏰

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𝓝𝓾𝓶𝓫𝓮𝓻  𝟕𝟖 • 𝘓𝘦𝘰𝘯𝘢𝘳𝘥𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora