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i.

𝐢. 𝐕𝐎𝐍.

"𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐜𝐫𝐞𝐜𝐞 𝐡𝐚𝐲 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚."

En un pequeño papel escribió una disculpa vaga y una despedida fría.

"estoy con Yuto no me esperes"

Miro al menor y suspiro para irse, sus amigos lo esperaban afuera tocando la bocina del auto continuamente hasta que lo vieron salir de casa y subirse al auto, Edawn abrazo con fuerza al pelirosa apenas lo vio.

— Dios, estoy tan emocionado, paso tiempo desde que nos reunimos todo.— el rubio expreso su afecto sin sacarle las manos de encima. — Yuto estaba seguro que te echarias para atrás antes de que te buscaramos.

— Yo le dije que está vez no lo harías. — comentaba orgulloso Hui, — Estaba seguro que no te perderias este día. — Edawn se abalanzó a Hui para besarlo orgulloso, por que su pareja aún confiaba en su amigo pelirosa.

Wooseok solo pudo pensar en que Hwitaek era una gran pareja para su amigo ya que apesar de todo se integró al grupo de amigos hasta llegar a ser indispensable. Si bien todos se conocían desde jóvenes, cuando Edawn presento al mayor, este se acopló a la perfección a todas las situaciones, llegando a ser incluso más importantes que hasta el mismo Woooseok. Admiraba aquella capacidad la cual Jinho carecía e incluso deseo que Jinho hubiese insistido más en conocer a sus amigos de la infancia.

Entre copas y copas Wooseok confesó que planeaba terminar con Jinho a lo que todos quedaron sorprendidos.

Yuto en su interior se sintió feliz, el pensaba que el novio de su mejor amigo era un buen chico pero odiaba lo posesivo que era, y tenía que vivir con el echo que con cada paso que Wooseok daba en su relación, su amistad era más distante, quizás esa era la razón por la cual el japones insistía tanto en no perder contacto con este, llamandolo e invitándolo a todo momento para verse. A pesar de pensar todo esto, no dijo nada y solo le sirvió otra copa.

— ¿Que paso? Creí que eran uno para el otro. — apenas el rubio soltó esas palabras, Hui le dió un codazo para evitar que hable demás.

— Solo... - suspiro pesadamente mientras bebía . — Ya no siento lo mismo.

Todos callaron y trataron de evitar el tema, se volvió incómodo de un momento a otro. Para romper la tensión Hui le dió su obsequio de cumpleaños a Yuto, unos lindos pendientes iguales a los de zoro de one piece, el Japones estaba demasiado feliz y se encontraba chillando de alegria. El pelirosa solo sintió culpa al haber olvidado hacerle un regalo y aún peor por olvidar que Yuto le encantaba one piece.

— Lo siento Yuto no pude comprar nada, ¿que te parece si hoy yo te invito los tragos? — confesó mientras no dejaba de sentir que era un pesimo amigo.

— No te sientas mal, de todos modos Edawn tampoco me dió nada. — Yuto dijo esto con una gran sonrisa la cual tenía intención de animar al mayor.

— ¿COMO QUE NO? — el rubio saco su telefono y comenzó a teclear como loco en lo que miraba la puerta. - tu regalo llegará en 3...2 ....1...½...¼ Espera parece que se retraso.

— Admite que no compraste nada.— Yuto carcajeo ante la ocurrencia.

— CERO DIJE CERO. YUTO MIRA A LA PUERTA. — Edawn grito emocionado, el japones se giró curioso y la figura de dos chicos atravesando la entrada lo dejo sin aire.

— ¡Por dios rubia loca que hiciste! — Yuto estaba completamente nervioso y pálido.

— Vamos, ya era hora que hablaras con Kino, te gusta hace años y Edawn solo pensó sería buena idea que hoy por tu cumpleaños lo invitaramos. — explico Hwataek.

- Tu habla con el y nosotros nos hacemos cargo de su amigo. - el rubio se estaba divirtiendo más que nadie en aquel bar.

Mientras que ellos discutían incongruencias la mente de Wooseok otra vez estaba dando vueltas y vueltas, lamentándose y arrepintiendose de todo, el nisiquiera sabía que su mejor amigo estaba enamorado de alguien.

El pelirosa se pregunto cuál de los dos chicos era el tal Kino así que observó con más cuidado. El primero era algo bajo en comparación y tenía un cabello en tono pastel, Lucia adorable y tenía una sonrisa brillante pero su corazón cayó al suelo al ver al chico que estaba detrás.

Exactamente a dos metros de distancia, con pisadas apuradas y seguras, con una sonrisa tonta plasmada, arreglaba su cabello para luego acomodar una corona de cartón que decía mcdonald's, lucia distraído, como si nada a su alrededor le importará. La gente lo miraba y su amigo lo regañaba por ponerse aquel cartón doblado en la cabeza. Pero aquel momento no era efímero pero si infinito, pensaba que no quería olvidar nunca esa primera impresión, no creí que pudiera olvidar a alguien así. Sonrei genuinamente por primera vez en mucho tiempo y resople cubriendo mi boca al sentir como mi espíritu se sentía vibrante nuevamente. Quería hablar contigo, saber si comiste una cajita feliz antes de llegar aqui o quizás invitarte un trago y hablar, saber que te gustaba y que no. En ese momento quería saber todo de ti.

- Oye! Es tu novio, contesta para que sigamos la noche.- La voz de Yuto me saco de transe, se veía serio sosteniendo el teléfono frente a mi pero al notar mi cara se sintio intrigado ante mi sonrisa repentina.

Este me pasó su teléfono celular y Vi el nombre de JinHo allí. No tuve opción y me dirigí a otro lado para contestar. Con cada paso me alejaba de aquel chico y solo rogaba internamente que el no fuera el tal Kino del que Yuto estaba enamorado.
termine encerrado en el baño para no ser molestado durante la conversación, Llevaba hablando con Jinho por unos minutos y nuevamente me sentí agobiado.

- No vengas. - el menor rogaba por teléfono ir al bar junto con Wooseok.

- ¿Porque no quieres que vaya? Estos días llevas muy raro, apenas hablamos ¿Que sucede contigo Wooseokie?. - ni siquiera el pelirosa podía contestarle.

- No seas paranoico. Es el cumpleaños de mi mejor amigo, apenas lo veo estos días, déjame pasar tiempo con el. - wooseok trataba de apasiguar a toda costa a jinho para terminar lo más pronto posible la incomoda charla.

Luego de un rato discutiendo, el menor se rindió y dijo que estaba bien, pero que a cambio mañana debía llevarlo a una cita. El mayor corto y se apoyo contra la pared soltando suspiros de cansancio. Sintió un extraño peso sobre su hombro y se giró asustado.

- ¿Oh por dios estás bien? Estás pálido. - en ese momento no supe que sentir o decir.

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Me disculpo por anticipado si hay errores, mi computador no funciona so... Lo siento