• • •
La luna brillaba en el cielo aquella noche de 1946.
Me encontraba calmada, después de tanto tiempo siendo lastimada por dentro y fuera.
Toda mi vida había sufrido sin cesar. Fui casi asesinada por mi padre por negarme a casarme con uno de sus amigos adinerados, mi madre secundaba el dolor por el que él me hacía pasar. Después de destrozar muchos de mis huesos y estar desangrándome, me abandonaron en uno de los ríos más cercanos del lugar donde vivía.
Para mi buena o mala suerte, un grupo de personas con aspecto extraño encontró el rastro de sangre y lo siguieron, viéndome en la orilla de la corriente de agua. Uno de ellos, de cabellos dorados, tomó mi mano y murmuró un par de palabras que no pude entender.
En ese instante, no me interesaba lo que estaba pasando. Ya no sentía nada.
La luna siempre había estado conmigo. Saber que sería la última en verme con vida, me hacía feliz.
Cerré los ojos, aceptando mi destino.
• ° • ° • °
Me desperté de repente, sintiendo que me liberaba del maldito abismo de agonía por el que había pasado durante días.
Era como si Dios me hubiera castigado por mis pecados y, al pasar el tiempo y sufrimiento necesarios, por fin merecía entrar al cielo.
Sin embargo, debo de admitir que no esperaba que el paraíso fuera tan... Común. El lugar en donde estaba parecía una habitación, cuyos muebles se asimilaban a los que alguna vez tuve.
Bueno, quién soy yo para juzgar a Dios y su definición de nueva vida.
—Despertaste.
Mi mirada se dirige a la puerta, donde un hombre de cabello oscuro y músculos enormes me esperaba, haciendo que me quedara paralizada en mi lugar.
—¿Satanás? —pregunté, sorprendida. ¿Realmente me encontraba frente al mismísimo enemigo de Cristo? Tenía que serlo. No había visto a ningún ser humano que tuviera esa perfección.
Él sonrió de una manera traviesa que me hizo tener confianza en decir que estaba con el diablo. Esos niveles de seducción a primera vista no eran normales; era como si me hubiera puesto el fruto prohibido después de pasar semanas sin comer.
Por la puerta entró ahora una mujer de melena dorada que me regresó de vuelta al paraíso. Debía de ser un ángel, ya que era igual o más hermosa que él.
Mi corazón se detuvo ante el par frente a mi, haciendo que me sintiera intimidada, como si un ángel y un demonio estuvieran peleando por mi atención.
...Ahora que lo pienso, mi corazón está detenido desde hace rato. ¿Es acaso posible? Supongo que incluso en el cielo, todo es posible.
—No la molestes —dice ella, empujando un poco al chico y acercándose a mi, casi con lástima—. Traté de detener a Carlisle, pero fue inútil. Lo siento por la maldición a la que te han sometido —Sus dedos aterciopelados acarician mi mejilla con dulzura.
Si mis padres escucharan mis pensamientos homosexuales, me habrían decapitado.
—No es una maldición, cariño —dice el chico, cruzándose de brazos. ¿Por qué no dejaba de sonreír?—. Soy Emmett, ella Rosalie. Para resumirte la historia, juguemos un poco. Soy inmortal y me gusta beber sangre. Adivina qué soy.
![](https://img.wattpad.com/cover/107915034-288-k459741.jpg)
ESTÁS LEYENDO
bloody heart | twilight one shots [editando]
Fanfiction"Se negaba a admitirlo, pero en el fondo sabía que ella era su Tua Cantante. Tal vez no significara alma gemela, pero en el instante en que la conoció, su corazón, antes silencioso, comenzó a latir con un ritmo que creía haber olvidado." • Imaginas...