Cánticos a Media Noche

Dishearten

Todo el llanto que lamenta,
Se siente en cada parte de mi,
Pues en un mundo de miserables,
Soy la carne de todo lo vil.

La sangre que fluye en mis venas,
Se drena lenta,
Se riega, se derrama,
Se esparce fuera de mi.

Todo esto,
Por los Ángeles que a mi alrededor,
Morirán...
Ellos morirán.

Descorazonados y fríos.
Vacios de alma volverán.

Te he perdido en silencio,
Cegado en el mundo por tu dolor,
Y la tristeza que hoy te hace vivir,
Caerá bajo su esplendor.

Muy lejos del cósmico mundo,
Toda esperanza Ardera,
Ardera como hoy arden las palabras,
Las palabras de lo que llamaste amor.
Caerás.

Las promesas hermosas hoy sufren,
Y sufrirán por siempre,
Morirán.
Como la rosa de invierno, que vio primaveras.
Todo lo bello fallecera.

Hoy olvidaré los rasgos de tu rostro,
Y la infinidad del universo de tus ojos.

Un futuro incierto,
Yacera lento dentro de mi.
Rapido y fuerte,
Como el veneno del nathrezim.

Brindame la fuerza,
O déjame huir.
Brindame la vida,
O déjame morir.

Fría...
Descorazonada Y fria.
Vacía del alma volveré al fin.

Saldré a cazar en la noche a la nada,
Escuchando siempre tu voz,
Dejaré a mi sangre probar de lo amargo,
Lo helado de tu corazón.

Esta noche,
La luna es promesa del silencio,
Y el sol,
Una promesa del siniestro,
De aquel ser,
Que condenó nuestra pasión.

Mi lamento por ti no durará
No me necesitarás, en tu eternidad.
No te hace falta mi cuerpo,
Nada existirá nunca mas...

Es tiempo de callar las palabras,
Es tiempo de dejar todo partir.
Pues la muerte no es otro comienzo,
Es libertad de todo lo que hace sufrir.

Por siempre estaré perdido,
En los brazos de tu destrucción.
Sin embargo celebro la muerte,
Porque es dominio,
Legado,
Mi hogar, bajo el ojo de nuestro creador. . .

Fríos...
Descorazonados y fríos.
Vacíos de alma volveremos,
A un oscuro,
Infinito lecho de amor.