Capítulo 3

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LA MESA REDONDA

Unos años más tarde, Arturo se enamoró de la bella Lady Ginebra (Lady Guinevere).

"Quiero casarme con ella", le dijo a Merlín. El mago no creía que fuera una buena idea.

"No serás feliz", advirtió.

Pero Arturo ignoró el consejo de Merlín. "¡La amo!", insistió.

Merlín suspiró. "Bueno, depende de ti", dijo. "Le preguntaré a su padre por ti".

Merlín: El rey desea casarse con tu hija.

Sir Leo, el padre de Ginebra, estaba encantado. Estaba tan complacido que le dio a Arturo una enorme mesa redonda como regalo de bodas.

En Semana Santa, Ginebra llegó a Camelot. Cientos de personas vinieron a la boda para ver a Ginebra coronada como reina.

Arturo: Gobernaré felizmente con ella a mi lado. (Pensó).

Entonces Arturo llevó a su novia a un gran salón, donde se extendía un banquete en la mesa redonda.

La pareja se sentó a la mesa con los caballeros de Arturo a su alrededor. Cuando todos se acomodaron, Arturo se levantó para pronunciar un discurso.

Arturo: De ahora en adelante, serán conocidos como los caballeros de la mesa redonda.

"Todos deben jurar ser nobles y valientes, y ayudar a los débiles e indefensos. Nos encontraremos aquí una vez al año para contarnos nuestra aventura."

Uno por uno, los caballeros se pusieron de pie y juraron seguir las reglas de Arturo. Arturo esperaba un reinado largo y feliz.

Las Aventuras del Rey ArturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora