Ligas para el Cabello

Capítulo Único

Cho KyuHyun es como cualquier otro estudiante de preparatoria, o al menos eso aparenta. La verdad es que Cho KyuHyun a su corta edad ha disfrutado de muchos, muchos placeres de la vida ¿Su favorito?...El sexo.

¡Vaya! y como disfrutaba el sexo y según los rumores de la escuela, era todo un Dios.

Envidiado y admirado, KyuHyun se paseaba por los pasillos de su escuela. Los alumnos lo tomaban como un ejemplo a seguir. Un hombre que podía tener a cualquier chica, acostarse con cualquiera, cuando sea, donde sea. Una prueba de ello era que KyuHyun tenía una peculiar manera de mostrar "los trofeos" de cada chica con la que había estado y no eran los típicos recuerdos como bragas, sostenes, ni nada por el estilo; eran...

Ligas para cabello

¡Así es!, ligas para el cabello que adornaban sus muñecas. Todas de diferentes colores, diferentes dueñas y TODAS conseguidas de la misma manera...con sexo.

Pero ¿por qué KyuHyun coleccionaba ligas para cabello?

La escuela a la que asistía tenía ciertas reglas, como cualquier otra, una de ellas era que todas las chicas debían tener amarrado su cabello en una coleta, SIN excepciones. Y KyuHyun transformó esa ridícula regla, en algo provechoso para él, en algo así como su propia firma personal.

Cada que una nueva liga aparecía en su muñeca todos sabían que era por que otra chica había caído bajo los encantos de Cho KyuHyun y esto en lugar de ser algo negativo para las chicas y/o chicos de su escuela, resultaba ser todo lo contrario, porque el morbo se incrementaba entre los alumnos, preguntándose quien había sido la nueva víctima, porque KyuHyun NO repetía.

Todos disfrutaban en observar el cabello de cada estudiante y quien tuviera una liga diferente del día anterior se podía hinchar el pecho con orgullo por haber logrado acostarse con KyuHyun.

Y esa era la fama y reputación de KyuHyun, una que disfrutaba bastante y a la que le gustaba sacar todo el provecho posible para hacer su vida más entretenida.

Pero... todo ser tiene un talón de Aquiles. Y KyuHyun pronto encontró al suyo...

Todo empezó un lunes. Un día aparentemente normal. KyuHyun caminaba tranquilamente por los pasillos, como todo adolescente rebelde llevaba el uniforme a su manera. Sin corbata, mangas recogidas, claramente para mostrar sus muñecas repletas de ligas, cabello negro con reflejos en rojo; esto causaba que todas las miradas fueran para él y eso le encantaba. Adoraba ser el centro de atención.

Siguió su camino hasta su casillero, donde su grupo habitual estaba cuchicheando algún chisme.

 - ¿Enserio?, ¿tan duro le dio?

  - Si, quedo hecho pedazos.-

 - El director dijo que estaría en el hospital una semana entera.- sin muchos ánimos, KyuHyun llegó con ellos sin mucho interés de enterarse de lo que sus dos amigos estaban hablando.

 - ¡Oh! Kyu ¿te has enterado?.- no fue hasta que uno de ellos repuso en su presencia que le prestaron atención.

KyuHyun levantó la ceja y los miró en espera de que le informaran de que estaban hablando.

  - Veo que no, está bien te contare.- KyuHyun sonrió, sus amigos eran todas unas tías cotillonas cuando de chismes o rumores de instituto se trataba.

 - Que sea rápido Heechul tengo clases.- bromeo con ellos.

 - ¿Y desde cuanto te importa llegar a tiempo?, bueno como sea - su amigo se mordió el labio con anticipación y emoción de contarle todo.